Existen fans incondicionales de Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger que aman a uno y detestan al otro, como en las rivalidades futboleras, rockeras o políticas. Pero ha pasado un tiempo considerable de eso, ambos ya han actuado en Los Indestructibles 1 y 2 y es probable que esos seguidores irreconciliables hayan aceptado verlos juntos en ese tándem fílmico de acción. Lo que no muchos saben es que ellos nunca fueron realmente rivales, sino camaradas, y hasta socios, fundadores de la cadena de restaurantes Planet Hollywood acompañados en el negocio por otros partícipes famosos como la por entonces pareja de Bruce Willis y Demi Moore.
Pero en esta ocasión la unión está mucho más establecida, no aparecen en alguna escena aislada como en esa saga sino que coprotagonizan Escape Imposible en casi todo su metraje. Por lo tanto la película dirigida por Mikael Håfström se puede considerar la primera en la que Arnold y Sly actúan realmente juntos. Y el resultado es altamente satisfactorio. El film no solamente guarda muy buenas escenas de acción sino que tiene una trama inteligente, condimentada por alternativas intrincadas y algunas bienvenidas sorpresas. Håfström es un realizador sólido, que sin embargo venía de abordar géneros distantes del que se ocupa aquí, como la religiosa y no muy soportable (pero bien hecha) El Rito y 1408, aceptable pieza de terror fantástico. En este caso se mete a fondo en una de acción combinada con el subgénero de plan de escape de prisión, en un mix propicio y bien llevado. El guión de Miles Chapman y Jason Keller contiene los suficientes ingredientes como para atrapar desde el arranque y presentar situaciones que mantienen la tensión y el interés hasta el final.
Además del atractivo innegable de sus dos figuras míticas, Escape imposible cuenta en el reparto con buenos y reconocidos intérpretes como Jim Caviezel, Sam Neill y un irreconocible Vincent D’Onoffrio,
entre otros roles bien cubiertos.