Intenten detener a Arnold y a Sly. Vamos, intenten.
Hay algo que Arnold y Sly entendieron bien, y es que están viejos. No se hacen los superhéroes, se saben vulnerables, y eso los llevó a la autoparodia, algo que les cae como anillo al dedo para el género en el que se están manejando: Las películas de acción puras, duras y que no permiten ni 10 segundos de análisis. Un género olvidadísimo luego de los tempranos '90 que solo de vez en cuando Jason Statham supo revivir. Pero ahora, con los próceres en las pantallas ¿Quién se atreverá a enfrentarlos?
Tuvimos que esperar hasta 2010 para verlos juntos por primera vez en pantalla, pero eso ahora es algo que se repite, ya sea en la saga de Expendables (que ya tiene una tercera entrega confirmada) o en proyectos fuera de eso, como lo es Escape Imposible, una ¿comedia de acción? que destaca gracias a la frescura y a la poca seriedad que plantea.
Ryan (Stallone) es un empresario que se encarga de testear los sistemas de seguridad de las prisiones ¿Cómo los testea? Escapando. Sencillamente se mete en la cárcel más segura y en nada ya está afuera, mostrando todas las debilidades de seguridad que puede tener el edificio. Como él es el mejor en lo suyo, la CIA le pide que, por favor, compruebe el sistema de una carcel que utiliza el servicio de Inteligencia para las personas apresadas clandestinamente en una central completamente anónima, escondida y secreta. A cambio, su cuenta bancaría crecería 5 millones de dólares.
Adentro de esta cárcel tecnológicamente superior a cualquier cosa que hayamos visto (en materia de cárceles, claro) conocerá a Rottmayer, un recluso con el que formará equipo para huír de la prisión.
La película tiene absolutamente todos los defectos con los que vienen de fábrica este tipo de películas: actuaciones exageradas, malos malísimos sin ningún tipo de matíz, huecos en el argumento y chistes internos que solo entenderán los mayores de 30 años, o aquellos que hayan seguido las carreras de Arnold y Sly. Pero ¿Podíamos esperar que NO tenga estos ingredientes? ¡Claro que no! Por eso Escape Imposible es una buena película, divertida, y que hará volar el tiempo en sus relojes. Porque cuando los grandes hablan, los demás se callan. Y si los grandes quieren pasar, pasen, nadie los va a detener. Es más, cuándo quieran pueden juntarse de nuevo.