Level champion.
Los juegos de escape se han transformado en tendencia hace ya algunos años, en consecuencia, nunca más atinada una película que aborde la temática transformando lo lúdico en mortal. Así triunfaba en taquilla, en el 2019, Escape Room con un final que pedía a gritos una secuela. Después de dos años, efectivamente, habemus continuación de esta historia que dejó algún que otro cabo suelto.
La premisa es sencilla y acorde con lo que se planteaba en la cinta primigenia, seis personas que se encuentran encerradas adrede en varios cuartos de escape, y tendrán que ir descifrando los enigmas para no morir. Con la salvedad que ahora quienes están atrapados tienen algo en común: son sobrevivientes de diferentes escapes rooms letales.
Todo comienza con Zoey, la protagonista de la primera entrega, investigando con la necesidad de encontrar a los responsables de quienes provocan la muerte de cientos de personas en estas trampas mortales. Personas atrapadas involuntariamente. Ella sospecha, pero no lo sabe, que detrás de semejante estructura hay gente muy poderosa involucrada. La pesadilla comienza nuevamente, cuando queda atrapada en un vagón de un subterráneo en New York con otros pasajeros.
A partir de aquí el ritmo frenético de la cinta nos dejará sin respiro. Las trampas son cada vez más sofisticadas, desde la complejidad de las incógnitas hasta lo tecnológico. Y nuestros chicos deberán disponer de toda su fortaleza para salir airosos (o no). La cosa se pone difícil, desde sortear arenas movedizas, a no ser atravesados por rayos laser o por lluvia ácida.
Sin grandes pretensiones, Escape Room 2: Reto Mortal, entrega lo que propone a los fanáticos del subgénero, un shock de adrenalina, algo de sangre y situaciones absurdas e imposibles (a esta altura un acuerdo tácito con el espectador). También hay alguna que otra trampa emocional y una vuelta de tuerca final forzada que deja la puerta abierta para una continuación (¿será necesaria?).