Con el espíritu de El juego del miedo y El cubo, la película Escape Room; Sin salida juega con la atmósfera claustrofóbica y repleta de acertijos que impone la trama para poder escapar con vida de un juego peligroso.
Seis desconocidos entre sí se presentan en la sala de espera de un juego tentador que les promete 10.000 dólares de recompensa si consiguen sortear los obstáculos y complicaciones que los obligará a pensar rápidamente para sobrevivir.
Este es el comienzo de un film, que acentúa el clima de encierro, que vivirán una alumna inteligente y nerd, el repositor de un supermercado, una veterana de guerra, un exitoso corredor de bolsa, un camionero y un aficionado a los juegos de encierro. El filme irá mostrando por qué ellos -con flashbacks de su pasado- fueron los elegidos para atravesar semejante prueba.
Si bien la película resulta entretenida en muchos tramos -una habitación que se incendia, otra invertida y un exterior congelado- va perdiendo el clima asfixiante del comienzo y se encamina hacia una serie de falsos finales innecesarios que le restan efectividad y abren la puerta para una secuela. Cualquier semejanza con las malévolas invenciones de Jigsaw no es pura coincidencia.