Escape room: sin salidaes el título de la tercera película de Adam Robitel, quien vuelve al género del terror para contar una historia donde seis extraños participan de un juego en el que deben descifrar una serie de claves para salir con vida de una trampa mortal. El elenco está formado por un grupo de actores de trayectoria televisiva: Taylor Russell, Logan Miller, Jay Ellis, Tyler Labine, Nik Dodani y Deborah Anne Woll, una elección interesante porque al no haber estrellas todos tienen la misma posibilidad de morir en cualquier momento de la trama.
Adam Robitel demuestra con esta película que maneja con mucho oficio el género de terror. Ahora, al igual que en El juego, dirigida por David Fincher, los protagonistas no logran distinguir entre lo que es un peligro real y lo que forma parte de una puesta en escena. Y al espectador se le presenta un mayor misterio al ver que muchas de las claves para sobrevivir están vinculadas con hechos traumáticos del pasado de cada uno de ellos y que se van revelando de a poco.
Lo que hace que el argumento de esta película funcione es la poca información que se le da al espectador, ya que sabe lo mismo que los protagonistas, y va aprendiendo las reglas con las consecuencias de las acciones de estos. Y si bien este argumento es similar al de El juego del miedo 2, se diferencia de toda aquella saga por privilegiar el buen uso del montaje para generar suspenso por sobre la violencia explícita.
En conclusión, Escape room: sin salida es un digno heredero de La dimensión desconocida, que al igual que la exitosa serie televisiva, muestra el comportamiento de personas comunes en situaciones extraordinarias haciendo un muy buen uso del misterio. Por eso el resultado final es una película muy entretenida, ideal para ver en alguna plataforma de streaming y disfrutarla sin saber demasiado de qué se trata para dejarse sorprender.