“Esclavo de Dios" es un "thriller" policial que narra la historia de Ahmed, un médico y la vez terrorista islámico criado en Venezuela, y David, un agente del Mossad israelí que vive en Argentina, cuyos caminos se cruzan desde bandos opuestos luego del atentado en la AMIA.
Particularmente me molesta en demasía cuando en un filme que se pronuncia como inspirado en hechos reales lo ocupan en el 80% del relato, para luego transformase en otra cosa.
Principalmente en el orden de lo inmoral, como tomar un tema trágico, y tan delicado como el atentado producido en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, y construir una ficción de cómo podría haber sido pergeñado, para luego continuar con formato de thriller en el que el juego del gato y el ratón es la estructura, para terminar en que el amor redime. Demasiada basura, más allá de algunas buenas intenciones y actuaciones.
Desde la concreción la producción no presenta un buen desarrollo, se lentifica, hay escenas que nada agregan, y el conflicto principal que quiere desplegar aparece recién a los 70 minutos de proyección, casi no lo desarrolla y lo cierra puerilmente, tipo telenovela que puede ser venezolana, mejicana, o brasilera, y por qué no argentina, digamos que descartable.