EL PROCESO CREATIVO DE OSCAR ARAIZ BAJO LA MIRADA DE PAULA DE LUQUE
Paula de Luque puede hacerlo y filmarlo, Oscar Araiz a quien dedica el film, es el autor de esa escritura nutrida de un sueño del que se despierta en otro sueño, del que se devela en otro. Nada menos que la materia de su creatividad como bailarín, maestro de la danza, director de distintos ballets en el mundo. Este hombre que observa y ve el movimiento, esta realizadora formada en la danza que puede captar su presente y pasado, su eterna búsqueda de la expresión, de la convocatoria de la belleza. Un film con muchos hallazgos, jirones de conversaciones con sus colaboradores de siempre, Renata Schusseim por ejemplo, o el captar de la complicidad con sus bailarines, o entrecruzar recuerdos con grandes colegas como Ana María Stekelman, Julia Bertotto, Miguel Ángel Elías. Y la mirada del gran Oscar Araiz, que confiesa que en su vida hizo lo que pudo, mucho, que observa y crea, del caos a la creación, de la quietud al movimiento. En su sexto largometraje Paula y su mirada sobre otro creador premiado en el mundo, y de esa complejidad el resultado que deslumbra, el aire permite esta escritura.