Bella y entusiasta de la música, Julia vive presionada por una deuda de deberá saldar. Su estadía en Buenos Aires, a donde llegó de su Misiones natal, se convertirá en un doble conflicto, ya que deberá retornar a su lugar de nacimiento para autorizar a su hija a mudarse junto a su padre, y decide entonces aprovechar el viaje para recuperar el dinero de una vieja estafa que podría solucionar sus problemas económicos. Hace años que Julia no tiene contacto con Clara, su hija adolescente, y no sabe qué podrá hallar en su tierra misionera. La muchacha, por su parte, no desea viajar a Paraguay con su padre, ya que prefiere quedarse en el barrio en el que ha nacido junto a una compañera con quien comparte el deseo de armar una banda de música.
Sobre esta base de enredos y de traiciones la directora Mara Pescio logró un film cálido que cuenta la historia de un reencuentro que se da en el mismo momento en que dos personas dejan de verse. Miss Bolivia, la protagonista, aporta suficiente ternura a su papel de madre.