Ariel (Benjamín Rojas) tiene treinta años y dista de ser alguien exitoso.
Su novia lo deja y ahora se encuentra sin amor, sin casa y sin trabajo. En su afán de buscar refugio, ahora convive con su primo (Carlos Portaluppi), quien organiza una fiesta de inauguración de un bar en su propia casa. Esa noche, Ariel encuentra dormida en su cuarto a Noemí (Paula Cancio), una mujer que esconde un pasado misterioso. Ariel irá descubriendo que la vida no tiene necesidad de buscar un lugar donde esconderse; que sólo se trata de lanzarse a buscar la felicidad.