Tarsem Singh, luego de “Inmortales” (2011), una fallida realización, cambió radicalmente su estilo para dirigir esta versión de “Blancanieves y los siete enanitos”, aunque el guión escrito por Melissa Wallack y Jason Keller sólo mantiene del tradicional cuento de los hermanos Grimm la estructura argumental y los personajes principales, a los que les fue cambiado su perfil en función de la nueva historia que se cuenta.
Como para que nadie se sienta shockeado desde el comienzo por los sustanciales cambios efectuados, la historia tiene una narradora que sitúa al espectador en el lugar y en el momento en que acontecen los hechos que desarrollará la trama, y así la platea se entera que en un lejano país, una casi sádica reina (Julia Roberts) había usurpado el trono que le correspondía a la joven y bella princesa Blancanieves (Lily Collins), lejos de someterse a la tiranía de su madrastra, intenta recuperar su herencia para poder ayudar al pueblo que, agobiado por los impuestos, pasa penurias y vive en un permanente estado de tristeza.
La reina, que usa la magia que le otorga un espejo para mantenerse joven, bonita y poderosa, pronto descubre las intenciones de su hijastra y sin vacilar ordenará su asesinato, algo que el chamberlain Brighton (Nathan Lane) no se animará a cumplir y la dejará abandonada a su suerte en el bosque, donde la niña se encontrará con siete enanos ladrones que la ayudarán a cumplir su propósito de rebelión.
No falta en este renovado cuento el apuesto príncipe (Armie Hammer), aunque no es muy valiente sino tirando a tontuelo, que avivará las “mágicas” ansias de casamiento de la reina y despertará en la princesa al “mágico” primer amor.
Comentario de la película
El cuento está destinado a los niños, pero gran parte de este filme parece estar dirigido al público adulto con submensajes que son reflejos (como los que brinda un espejo) de situaciones que se viven a nivel mundial en el siglo XXI.
La trama de la película es una parodia del contenido del cuento que pone énfasis en puntos tales como la usurpación del poder por alguien que no está capacitado para ejercerlo, la energía de la mujer que lucha por sus derechos, el hombre que puede ser derrotado, la discriminación que margina a algunas personas y la falsa fidelidad como recurso de sobrevivencia.
Singh tiene muchos puntos para desarrollar y lo hace apresuradamente, por lo que el filme no logra el pase de comedia con el que se presenta y, si bien irregularmente transita por el grotesco, el gótico y hasta por el bizarro, se queda en el género fantástico por estar lleno de imaginativas escenas visuales, aunque se haya recurrido más al montaje que a los efectos especiales.
Las actuaciones son parejas,. Los actores dan el perfil de sus personajes, aunque Lily Collins (hija del cantante Phil Collins) no se muestre del todo segura en su composición. Julia Roberts, en quien se basa el cartel taquillero, demuestra solvencia al afrontar dos roles que le han exigido mucha imaginación y a los que logra diferenciar. Armie Hammer se limita a tres gesticulaciones sin ninguna expresión corporal y sostiene su trabajo con el physique du rol. Quien se destaca es Nathan Lane dándole permanentes matices a su personaje. También se lucen los siete actores que encarnan a los enanos, a los que tanto los guionistas como el director se preocuparon por diferenciarlos para hacerlos representativos de las minorías sociales.
Se trata de una gran producción aunque la película se queda en un término medio. En la función a la que asistió el cronista se escucharon comentarios y expresiones de sorpresa y diversión por parte de los niños espectadores, lo que demostraba que la disfrutaban plenamente.
Hollywood anunció una nueva versión de “Blancanieves y los siete enanitos” cuyo estreno está programado para el segundo semestre de 2012, aunque se adelanta que estará más ajustado al cuento de los hermanos Grimm, que para escribirlo se basaron en una leyenda alemana. (Carlos Herrera)