Espero tu (re)vuelta
Crítica de Esteban Jourdán
En una sociedad donde nos enseñan a agachar la cabeza, a aceptar el lugar donde nacimos y las cosas que nos tocaron, la revuelta es una obligación, más aún siendo jóven. En una convulsionada Brasil, los estudiantes de San Pablo se enfrentan al gobierno, la policía, los medios y otros ciudadanos para pedir algo totalmente justo: educación PÚBLICA, GRATUITA y de CALIDAD.
El documental “Espero tu (re)vuelta” nos presenta a tres personajes principales, Marcela (negra, pobre y es la primera de su familia en terminar la secundaria), Lucas (pobre, negro y hace rap), Nayara Souza (viene de una familia pobre y se transformó en la lider del movimiento estudiantil de Brasil). Ellos nos llevan y con sus palabras nos cuentan las vivencias en distintos años de la lucha de los estudiantes de San Pablo (Brasil) para que no se llevara a cargo la reforma que queria cerrar cientos de escuelas.
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica…” dijo Salvador Allende, presidente de Chile asesinado durante el golpe de estado de 1973 y estos jóvenes de Brasil se inspiraron en la “Revolución de los Pingüinos” del año 2006 en Chile. Los pedidos de Brasil y Chile son los mismos: Educación pública, gratuita y de calidad. ¿No es algo lógico que debería apoyar toda la sociedad? ¿O debemos conformarnos con el lugar de privilegio que nos tocó sin pretender que todos tengan el mismo acceso a la cultura, la educación y las posiblidades que nosotros?
“Espero tu (re)vuelta” es una radiografía al movimiento estudiantil que removió los cimientos de San Pablo, que no dejó indiferente a nadie en una ciudad de más de 10 millones de habitantes y que encendió la chispa en todo el territorio brasileño. Lamentablemente las políticas del presidente actual de Brasil, Jair Bolsonaro, son represivas y anti-populares, pero esto no detiene a los estudiantes que luchan por la calidad de vida de las próximas generaciones.
Escuchar las razones y los sueños de los estudiantes que gestaron la revuelta más importante de los últimos años en San Pablo es más que suficiente para que valga la pena. La narrativa es perfecta y la forma en que se lleva a cabo es muy creativa.