Infinita represión y resistencia.
Espero tu (re)vuelta (2019), meritoso documental brasilero escrito y dirigido por Eliza Capai, se aproxima de una manera diferente al eterno dilema sobre la educación pública en Brasil. Es un problema que sobrepasó todo límite impensado y se asemeja a Chile en donde, claramente, el poder del pensamiento de derecha aleja a los adolescentes sin recursos económicos de una formación académica. ¿Qué le sucedería a un hombre blanco, rico y hétero, si un negro pobre y gay, algún día, les quitara el puesto de trabajo o la facultad? Porque no hay nada más poderoso que un pobre con educación.
En la última década, las demandas por una mejor educación pública fueron el punto central en las protestas y tomas de escuelas del movimiento estudiantil brasileño. Las voces de los propios estudiantes dan cuenta de esa lucha, así como de los conflictos y complejidades del mismo fenómeno.
Es un trabajo técnicamente muy bien ejecutado, relatado desde el punto de vista de los que exigen su derecho a la educación. Logran que nos informemos con respecto a la realidad de una manera violenta, puesto que así viven su situación que fluctúa según el traspaso de años de lucha y diferentes estrategias para llamar la atención de los medios, cuando pareciera que la situación se calmó (vale decir: no hay muertos nuevos o casos de violaciones ni desaparecidos). Además consigue que nos involucramos, sentimos con impunidad, esa violencia que ejerce la policía militar sobre jóvenes que con valentía, gritan su derecho a ser educados. Las imágenes son recopilaciones de grabaciones de celulares o cámaras caseras, que tuvieron la buena suerte de no ser rotos o confiscados: a la policía le urge reprimir y no se percata de estar siendo grabados… Es un documental que pide ayuda y llama a la acción, a luchar con ellos. También entrega testimonios de dirigentes de diferentes organizaciones estudiantiles que nos dejan muy en claro que continuarán luchando y resistiendo, más aún cuando las aguas se calmen, ya que es ese el momento en el que los poderosos están planeando nuevamente cómo excluirlos cuando se hace de noche, en esos lujosos edificios, muy alejados de la realidad que les estorba. Podríamos denominar a este documental como a una infinita guerra entre blancos y negros, entre ricos y pobres, entre estudiantes y la policía militar, entre la educación y la dominación.
Brasil siempre padeció esta guerra. Sin embargo, poco se sabe con certeza (como se muestra en este documental) al respecto de la feroz problemática que sufren los estudiantes. Demasiadas coincidencias con Chile por otra parte, de cuya problemática tembién podemos tocar solo de oído, no sólo porque no padecemos en carne propia estas injusticias, sino porque en ambos países, los militares tienen mucho poder, la información a la que se puede acceder es escasa, general y tramposa. La censura de los medios de comunicación es tremenda en estos países y roza lo dictatorial. Es por eso que felicito a los creadores de este documento y, por otro lado, lamento terriblemente su padecer. Decir que empatizamos con los estudiantes considero que es una falta de respeto: esto no es ficción, esto está pasando de verdad y en tal caso, sufrimos con los estudiantes
#luchacomounachica es el hashtag que se utilizó para representar el lugar de la mujer en el poder, algo relativamente nuevo para Brasil. Y deberemos utilizarlo en todo el mundo, para solidarizarnos con esta y todas las luchas de los derechos de los seres humanos, cualquiera sea, y donde sea.