Hay un superespía y un joven supercientífico que transforma al superespía en paloma, y esa dupla debe salvar el mundo. Espías... es un film cuya premisa (y casi toda su trama) caben en una oración, lo que deja mucho espacio para el gag visual, la invención desaforada y hacer chistes de todo tipo. Se agradece mucho tal ligereza, incluso si a veces va contra la concisión narrativa que toda película noble merece.