Blue Sky apuesta por una comedia básica pero efectiva donde Will Smith es una paloma espía.
“Espías a escondidas” (A.k.a Will Smith Paloma) es un triunfo para la comedia animada. Primero lo evidente, cuando nos enfrentamos antes los avances y afiches de la película ya tenemos en claro cuál va a ser la trama principal y lo que vamos a ver durante los 100 minutos del largo. Es imposible negar que ver a Will Smith transformarse en paloma y resolver problemas y crímenes como espía plumífero no sea una tentación para todo fan de la comedia y la animación. Recuerdo, hace casi un año, ver el avance de la película y compartirlo con todos mis colegas de la animación. Todas caímos rendido ante una premisa básica, pero que al fin y al cabo, que se sabía contar.
Blue Sky solo cuenta con dos sagas originales (y que no dudaron en explotar) que son “La era del Hielo” y “Río” más una película inédita (Robots), las otra entregas fueron adaptaciones de otras obras ya publicadas como Snoopy, Horton, Óle y, su próxima apuesta, “Nimona”. “Espías a escondidas” no es la excepción. Para esta animación decidieron comprar los derechos de un corto llamado “Pigeon: Impossible ” de Lucas Martel, agregarle una superestrella (Smith) y hacer más infantil y disparatada. El resultado no deja de ser asombroso sin ser novedoso.
La productora apostó por dos grandes recursos para contar esta graciosa aventura, la primera el buen diseño que tiene los personajes tanto las palomas como sus colegas humanos, todos ellos poseen una excelente estructura e imagen que facilita la expresividad de los personajes y, en el caso de Will Smith, sin perder sus escencia. Solo le falta agregar algún gag que tendrá la película para que las risas detonen.
La segunda apuesta fue lo que realmente tiene que destacar en una película de espías: La música. Al ser una parodia casi directa de James Bond, los directores Troy Quane y Nick Bruno prestaron mucha atención a la estructura sonora del film y cómo esta se desenvolverá en diferentes momentos de la trama.
Es verdad que la historia no es nada original, pero no creo que nadie del estudio quiera mostrar otra intención con un film como este. El desarrollo pasa que el egocéntrico superespía Lance Sterling (Smith) debe hacer dupla con Walter Beckett (Tom Holland), un joven científico que cree que los problemas se pueden resolver en base a las palabras y no con el fuego. Y, cómo se ve en el póster, Sterling se transformará en paloma y el acompañante hará todo lo posible para terminar su misión de la mejor forma.
El juego de los opuesto que tanto seduce en el mundo de la animación y que es fácil de parodiar. Una inversión a las risas que obtiene un efecto duradero en el público con muchas posibilidades de generar una nueva saga animada.
Posiblemente, el mayor problema que tenga la apuesta animada sea su negación de un estreno subtitulado. Ningún cine argentino decidió proyectar “Spies in Disguise” en su idioma original por lo que la gracia de que el protagonista sea Will Smith pierde su magia para el público adulto. Dudo que esto afecte a los más chicos ya que ninguno iría a ver la películas por el actor. Sin embargo, esto demuestra que todavía hay una fuerte imagen de que la animación, para las cadenas de cine, les pertenecen a los más chicos.