“Espías a escondidas”, con dirección de Nick Bruno y Troy Quane, es otro film de Disney que estrena este año, luego del éxito de “Frozen 2”. En este caso, las princesas quedan apartadas mientras que los protagonistas son los espías.
Lance Sterling (Will Smith) es un espía acostumbrado a misiones de alto riesgo y a estar en peligro. Para defenderse, usa artefactos de última tecnología que son fabricados por el científico Walter Beckett (Tom Holland). Todo iba bien hasta que el mundo comienza a estar en peligro y ellos dos deben unirse más que nunca a pesar de sus diferencias de carácter.
Esta relación profesional empieza con el pie izquierdo ya que accidentalmente Lance se convierte en una paloma. En esa forma debe salvar al mundo y obvio que va a ser más difícil, pero ellos dos se la rebuscarán para lograrlo.
Las animaciones no defraudan, siempre se mantienen en primera línea. Por su parte, la trama es concluyente, tiene muy buenos momentos de comedia que no caen en lo infantil pero, como suele pasar en este tipo de films, hay momentos de bache innecesarios que te hacen perder el clima logrado y termina convirtiéndose en algo sencillo.
Sin dudas, lo que suma a esta película es que dos actores que están en su mejor momento sean las voces de los protagonistas.