La narración nos muestra a un agente secreto, Lance Sterling, bastante engreído, apuesto, elegante y con un buen estilo (voz original de Will Smith, un personaje logrado, se parece físicamente, sus movimientos y su estilo) que es culpado por un hecho que no cometió. Circunstancialmente se encuentra con un joven científico, Walter Beckett (Tom Holland, “Spider-Man: Homecoming”), quien por error lo transforma en una paloma y de esta forma puede limpiar su buen nombre.
El villano es Killian (voz original Ben Mendelsohn, “Spider-Man: Lejos de casa”. Resulta algo acotado) y quien también entra en acción es la agente Marcy Kappel (Rashida Jones), un ejército drones y una serie de personajes que hacen a la aventura y la diversión.
Esta es una comedia de animación que parodia las películas de espionaje con toques al mejor estilo de misión imposible y James Bond, entre otras; además posee escenas que rozan el absurdo. Resulta una aventura que recorre varios lugares, es visualmente atractiva, colorida, con buen ritmo pero es poco creativa, repetitiva, cae en lugares comunes del género y es previsible pero no deja de ser un buen entretenimiento familiar, incluyendo una buena banda sonora y una pequeña escena post créditos.