La saga SAW había llegado a su conclusión en el 2017 con la última entrega, Jigsaw, dirigida por los hermanos Spierig y la productora Twisted Pictures no tenía planeado desarrollar más entregas.
Un día Cris Rock se encontró con uno de los directivos del estudio Lionsgate en un casamiento en Brasil y le comentó su deseo de incursionar en el género de terror. El actor era fan de la franquicia originada por James Wan y tenía una idea para relanzar la historia con una perspectiva diferente.
Probablemente por tratarse de una figura conocida en Twisted le dieron luz verde al proyecto y Rock consiguió convencer a Darren Lynn Bousman para que se hiciera cargo de la realización.
El director había desarrollado los episodios de la época de gloria de Jigsaw que comprenden las entregas 2, 3 y 4. En la campaña vende humo de promoción, los productores llegaron a declarar que la visión de Rock "reinventaba Saw de un modo similar a lo que Eddie Murphy había hecho con las buddy movies en 48 horas"
El trailer promocional la verdad que no era malo y generaba intriga por conocer esta historia que establecía un relanzamiento de la saga.
Lamentablemente Spiral resultó un desastre y quedará en el recuerdo entre las peores películas relacionadas con esta franquicia.
El film falla miserablemente como propuesta de terror y thriller policial y el espectáculo que ofrece es tediosamente aburrido. La verdad que no puedo encontrar ninguna cualidad redimible para destacar de esta producción.
En principio la trama no tiene nada que ver con Jigsaw sino que se centra en un imitador que masacra policías en un trillado plan de venganza. No debe pasar más de media hora del inicio del film que enseguida podés descubrir con facilidad la identidad del villano, debido a que el conflicto central es penosamente predecible.
El reboot concebido por Rock se siente desapasionado y berreta. Ya de entrada la voz distorsionada del asesino suena terriblemente estúpida y la nueva marioneta que reemplaza a Billy no podría haber sido más pobre.
Dos aspectos donde se pierde muchísimo el factor de terror en una película, que encima está más interesada en evocar una propuesta policial al estilo Pecado capitales.
Darren Lynn Bousman, quien brindó las mejores continuaciones del film original y construyó su carrera exclusivamente en el género de horror en Spiral ofrece probablemente su peor obra. Más allá que el guión no es bueno, su narración nunca consigue construir esos momentos de tensión y suspenso que asociamos con SAW. Inclusive las secuencias con las trampas carecen del ingenio y creatividad que supieron tener en el pasado.
El conjuro 3 estuvo lejos de ser una buena película pero al menos era un producto cuidado desde su puesta en escena y contaba con un buen reparto que levantaba las debilidades argumentales.
En Spiral las interpretaciones dejan bastante que desear, muy especialmente la actuación de Cris Rock que se siente extraña. Al margen que su personaje no genera ninguna empatía, el actor te descoloca desde las primeras escenas con una especie de monólogo de stand up donde intenta ser gracioso.
Luego su perfomance dramática resulta sobreactuada y hasta incómoda de ver. Ni siquiera un Samuel Jackson anestesiado en piloto automático consigue levantar la calidad de las actuaciones que en general son bastantes pobres.
No obstante, la mayor falencia de esta película es que no propone nada interesante a la hora de reinventar una saga que ya que de por sí no necesitaba un capítulo adicional. Tampoco terminé de entender la musicalización centrada en el hip hop y el rhythm and blues que no podía ser menos compatible con el argumento.
En resumen, falla como propuesta de terror y thriller policial, el guión es malo, las actuaciones olvidables y nunca consigue despertar interés por ver al falso jigsaw en futuras entregas.
Un espectáculo decepcionante que no puedo recomendar.