Espíritus Oscuros: No quiero asustarte, pero el Coco está en la casa
Guillermo del Toro presenta: una película que parece un episodio de X-Files
Existen varias figuras mitológicas actuales que se basan en la monstruosidad para hablar de otros temas. Aquí, un niño de bajos recursos tiene que lidiar con un padre y un hermano en transformación. Esto es Espíritus Oscuros.
¿De qué va?
En un aislado pueblo de Oregón, una maestra de escuela secundaria (Keri Russell) y su hermano (Jesse Plemons), el sheriff del pueblo, se involucran con un enigmático alumno de ella (Jeremy T. Thomas) cuyos oscuros secretos conducen a aterradores encuentros con una legendaria criatura ancestral. Basado en el cuento “The Quiet Boy”, de Nick Antosa, el guion fue escrito por C. Henry Chaisson & Nick Antosca y Scott Cooper. La película es una producción de Guillermo del Toro, David S. Goyer y J. Miles Dale.
Dirgida por Scott Cooper (Corazón rebelde, Hostiles) y y producida por Guillermo del Toro, Espíritus Oscuros retrata la lucha de una profesora por salvar a un alumno.
En un pueblo cuasi-abandonado, en donde todo es gris y húmedo… dónde el trabajo es poco y esclavo, y las desigualdades evidentes, Julia Meadows (Keri Russell) intenta dejar atrás una vida de adicciones para dar clases en un colegio.
Con una historia de abusos en su espalda, vive momentáneamente con su hermano Paul Meadows (Jesse Plemons) que resulta ser el sheriff del lugar.
Mientras, en una mina, dos operarios descubren algo en las sombras que cambiará la vida de uno de ellos para siempre.
La historia se basa en la figura del Wendigo, algo muy arraigado a Estados Unidos y sus pueblos originarios. Un monstruo que tiene muchas características similares al Hombre Lobo, pero no.
La diferencia radica en que la historia se cuenta entre dos puntos de vista: la profesora y un alumno. Ese alumno es Lucas Weaver (Jeremy T. Thomas) un niño taciturno e introspectivo que ve su vida desmoronarse cuando su abusivo padre comienza a convertirse en otra cosa, necesitando carne cruda y secuestrando al hermano menor.
Cuando Julia se da cuenta que algo anda mal decide tomar cartas en el asunto, pero en un pueblo chico en donde nunca ocurren cosas demasiado espectaculares… va a ser difícil que le crean. Por lo menos, hasta que es demasiado tarde.
A nivel realizativo, la película tiene un mood medio televisivo. Con su casi eterno gris, su poca saturación, movimientos de cámara escasos… se siente más como un episodio más largo de series como X-Files o Supernatural, que un largometraje.
Sin embargo, tiene momentos de gore muy bien logrados que siendo tan pocos se diluyen y olvidan con facilidad. El buen hacer actoral de Rusell (Felicity) y Plemons (Breaking Bad) lleva adelante la trama, aunque hacia el final todo se desarma con una resolución poco satisfactoria, y una coda un tanto previsible.
Espíritus Oscuros funciona bien en su génesis: contar una historia de monstruos amparándose en las diferencias de clase y culturales en un pueblito de Estados Unidos. Sin embargo, la puesta algo oscura, falta de personalidad y un final previsible hacen que sea de esas experiencias que se olvidan con mucha facilidad.