El fugitivo sangriento
Un hombre corre en medio del desierto, mientras soldados inspeccionan la zonoa. El sujeto huye y antes que ser capturado mata a quienes amenazaban su huida. desde el aire, un poderoso helicóptero del ejército estadounidense vigila y emprende la persecución. El hombre es capturado y sometido al maltrato que las tropas del imperio acostumbran a dar a su prisioneros.
Es durante el traslado de los reos que sucede un accidente. La camioneta que los llevaba cae por un barranco y al abrirse las puertas nuestro protagonista decide escapar. Sí, la escena remite claramente a la serie televisiva "El Fugitivo", solo que este prisionero no busca a ningún manco, para él todos son enemigos y así emprende una huida signada por la sangre.
Filme de pocos diálogos, ni siquiera los nombres de los personajes son presentados. El contexto de la guerra y los abusos por parte de los estadounidenses parecen apenas una excusa para contar la historia de un hombre que huye, de un oprimido que sin rumbo y absolutamente confundido corre hacia adelante, enloquecido y cegado por la sin razón que es su propia existencia.
"Essential Killing" no llega a hablar sobre la condición humana, sino más bien sobre la condición de un humano, sobre el que no sabemos demasiado, pero que a través de la mirada del director adquiere la condición de víctima.
El relato mezcla la violencia más cruda con cierto lirismo, representado en la visiones que el fugitivo tiene, tal vez visiones de un futuro deseado, o imágenes de un pasado perdido. Alcanza su máxima relevancia gracias un actor desbordante como es Vincent Gallo, su trabajo impresiona y permite al director desarrollar su pequeño cuento sin altibajos. Con tomas subjetivas, buen manejo de la tensión y el uso del sonido al servicio del relato -como complemento antes que como efecto-, el polaco Jerzy Skolimowski nos brinda un filme personal, breve y nada pretencioso, aunque acaba tan errático como su protagonista.