Essential Killing es una película que no pierde el tiempo presentándonos una historia compleja sino que, ni bien comienza, la acción ya está servida y no detiene su lento pero inexorable camino hasta su final, un viaje de ida tanto para el protagonista como para el espectador.
Presentando unos paisajes cálidos en el comienzo pero congelados por el resto del metraje, el director y guionista Jerzy Skolimowski presenta a su antihéroe sin nombre, contando su historia en pequeños y reducidos flashbacks, enfocándose principalmente en el momento actual del mismo, en el escape que ocupa prácticamente toda la película.
No se puede definir a Essential Killing como una película de acción. Los elementos están ahí, un hombre en plena fuga (de qué escapa originalmente, vaya uno a saber) que utiliza todos los recursos disponibles para no dejarse atrapar, aunque en el camino deba aniquilar todo lo que le suponga un obstáculo a su seguridad.
Por momentos hipnótica, por momentos densa, Essential Killing sobresale con una actuación sorprendente por parte de un entregado Vincent Gallo, un tour de force imperdible desde cualquier punto de vista. Poco y nada ayudan los secundarios, a excepción de realzar sus momentos en contraste con el otro, aunque Emmanuelle Seigner (The Ninth Gate, La Vie en Rose) aporte su talento en una pequeña pero importante escena. Todo gira en torno a Gallo, un polémico actor que, cuando quiere, puede.
La dirección de Skolimowski entremezcla inspiradoras tomas aéreas en donde la arena y la nieve están presentes, y el viaje del musulmán, un viaje crudo en el cual el director no le hace asco a mostrar cómo el protagonista tiene que recurrir a cualquier fuente de alimento para sobrevivir, o cómo elimina todo lo que se encuentre entre sí mismo y su libertad.
Se trata de una extraña pero cautivadora obra que atrapa, potenciada por una inquietante interpretación por parte de Vincent Gallo, que sólo por él vale la pena su visionado.