Train to Busan (Estación zombie) fue una gran sorpresa cuando se estrenó.
Una especie de “aire fresco” para un público que empezaba a saturarse de los zombies como consecuencia de la serie The Walking Dead, sus spinoffs y otras producciones. La película coreana recolectó lo mejor de todos los elementos del género y los dispuso dentro de una entretenida y muy rápida propuesta.
El éxito fue tal a nivel mundial que la secuela era inevitable.
Así es como nos topamos con este estreno que, si bien no cuenta con ninguno de los personajes que conocimos en el film anterior, se sitúa dentro de ese mundo. Y ahí es donde está el problema: pasa a ser una “película de zombies más” y no tiene nada que ofrecer.
Incluso por momentos es medio aburrida aunque las secuencias de acción están bien ejecutadas. El director Yeon Sang-ho no logró volver a repetir ni recrear los climas que había conseguido en la primera instancia. Pero mantiene una muy buena puesta.
En definitiva, Estación Zombie 2: Península va a ser disfrutada por aquellos que han visto poco cine similar al que se ofrece aquí.