Eclipsados por el show . Crítica de “Hustlers”
La película estadounidense “Estafadoras de Wall Street” engancha al público con dotes corporales en danza y tácticas de manipulación bajo la seducción. Por. Florencia Fico.
Basada en hechos reales e inspirada en la investigación “The Hustlers at Scores” de Jessica Pressler, el filme sigue a un conjunto de bailarinas de pole dance que se junta con el fin de engañar a clientes adinerados corporativos y especuladores de Wall Street. Hasta que Elizabeth, una reportera de New York Magazine empieza a averiguar sobre la actividad de las strippers. La banda estará en aprietos por sus embustes, lo que se convertirá en un riesgo para ellas. Para salir adelante será clave mantener su unión por sobre la ambición y dejar de lado los egoísmos personales.
“El mundo es un striptease” afirma la actriz Jeniffer López como Ramona Vega. No es una frase al azar que atraviesa el guión por completo y la puesta en escena guiada por la directora Lorene Scafaria. Los diálogos son insinuantes y sugestivos, señaladores para una sociedad estadounidense inmersa en la venta de la imagen y sumergida en la tentación de las mafias.
Jessica Pressler y Lorene Scafaria son las encargadas del texto. Apuntan directamente y simbólicamente a todos calificando a las personas como “estafadoras”.Ya sea los corredores de la bolsa, que aprietan a sus inversores para sacar alguna ganancia a partir de sus préstamos; como las mujeres que ven cómo los señores les quitan sus ganancias en el club a cambio de seguridad económica, manutención por sus servicios sexuales y otras promesas del extinguido sueño americano.
En ésta película la capitana y coreógrafa de la traición es Jeniffer López, con una impecable interpretación desde su entrada. La segunda al mando es Constance Wu como Destiny, una aprendiz con una actuación conmovedora y magnética. Ambas son un buen combo impresionante en pantalla grande.
Hermanadas en la pista, marcan el paso del reparto. Muestran un vínculo con angustias, abandono, carencias, inseguridades y peleas cuerpo a cuerpo. Ellas y un grupo de escorts orquestan los fraudes con ingenio.
El toque de comedia lo dan Lili Reinhart como Annabelle y Madeline Brewer como Dawn Stormi; dos personajes muy entretenidos. Lili mantiene su inocencia con un humor torpe y Madeline acapara la comicidad con sus disparatadas estridencias. Ellas también se mueven provocativas por las sendas de la delincuencia.
La actriz Julia Stiles como Elizabeth compone el costado serio y duro como la periodista que investiga a las strippers. Una mujer que no teme a las intimidaciones de aquellas que han dado sus testimonios, tanto sentimentalmente como encubridoras de un entramado corrupto.
El striptease renace bajo las pieles de todas las protagonistas gracias a la fotografía de Todd Banhazl. El recurso que utiliza mayormente es el formato videoclip, combinando baile sensual con posturas clásicas como: el carousell, superwoman, table, swan, ballerina y dragon fly, con música clásica. El resto de las capturas son cortas , fluidas y planos medios que enfocan en las diversas declaraciones.
Una clase magistral de la frontwoman Jeniffer López en todas las disciplinas. Hay una pequeña aparición de la rapera Cardi B como “Diamond” que usa una forma de hablar rapidísima al estilo de su género musical casi melódica.
La película muestra las mejores recetas para la mentira. Las tarjetas de crédito sin límites. La fantástica prosperidad en manos de cualquiera; cuando sólo unos pocos manejan cuerpos como objetos sexuales a su disposición. Las mujeres y su revancha ilusionan con trucos a ellos como lo hicieron con ellas al borde de la prisión.
Puntaje : 80.