La película narra una amistad femenina en medio de un universo amoral que, como todo lo que es amoral, suele inclinarse a lo inmoral.
Un grupo de strippers en crisis estafa a millonarios idiotas para sobrevivir y, claro, mejor que eso. La película dice basarse en una historia real y se estructura alrededor de una entrevista periodística, truco bastante usado en las “películas basadas en la vida real” últimamente.
Pero es lo de menos: con mucho brío y color, aunque con cierto dejo de antiguo videoclip y montaje realizado con rap en las orejas (sobre todo en las secuencias más dinámicas), la película narra una amistad femenina en medio de un universo amoral que, como todo lo que es amoral, suele inclinarse a lo inmoral.
Lo que no está mal porque hace bascular un poco nuestros lugares comunes. De todos modos, lo más disfrutable de esta película es Jennifer López. Que es una actriz extraordinaria que probablemente no desarrolló bien la capacidad de elegir qué filmar. Disfrute incluso pese a su moraleja de sororidad obligatoria.