Un verdadero dream-team de jóvenes actores de la comedia americana, se dan cita en esta cinta que parece estar rodada para divertimento interno de todos sus protagonistas. Cada uno de ellos encarnándose a sí mismos y jugando con la ironía y los clichés de las estrellas de Hollywood, lo superficial de las juergas del show business y el homenaje implícito al cine catástrofe mas pochoclero de la meca del cine. Técnicamente es bastante pobre, el guion denota claramente una excesiva utilización de la improvisación, y los chistes son tan elitistas, que muchas veces el espectador medio puede quedar fuera de la broma.
Mas allá de esto, no deja de ser interesante, en una época de pocas ideas cinematográficas originales, el experimento de autocritica fílmica, que paradójicamente con el argumento fantasioso del filme, humaniza a sus intérpretes.
Para fanáticos de Seth Rogen y su cine adolescente y de humor bestial.