Creer o reventar nunca fue tan divertido.
La casa de James Franco en Hollywood es testigo de una gran fiesta llena de gente famosa haciendo de ella misma, y víctima de un Apocalipsis bastante violento en el que todos tendrán la posibilidad de redimirse de su maldad. O bueno, más o menos.
Todo comienza con la llegada del canadiense Jay Baruchel; de visita en L.A., se hospeda junto a su gran amigo Seth Rogen. Esa misma noche, y pese a que Jay no se siente muy cómodo con la movida hollywoodense, asisten juntos a la gran inauguración de Franco’s house. Todo marcha cool, hasta que un fuerte temblor sacude a la ciudad. Y no se trata de un simple sismo californiano, sino del mismísimo fin de los tiempos. Pero que no panda el cúnico, porque la fortaleza de James está lista para todo. Los sobrevivientes estarán dentro de esta lista: Jonah Hill, Danny McBride, Craig Robinson, Michael Cera, Emma Watson, Mindy Kaling, Christopher Mintz-Plasse, Rihanna, Paul Rudd, Channing Tatum, Kevin Hart, Aziz Ansari, Martin Starr… Y, claro, James Franco, Seth Rogen y Jay Baruchel.
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Una alocadísima comedia que fue escrita y dirigida por Evan Goldberg y Seth Rogen; es genial pensar cómo podrían comportarse todos estos tipos, si en verdad estuvieran en medio de un apocalipsis, en esas circunstancias, todos juntos. ¿El resultado? Un sinfín de referencias cinéfilas, sobre todo a películas de las que estos ‘personajes’ han sido protagonistas, verdaderas bromas de camaradería en donde se darán terribles palos mutuamente, los trapitos al sol de cada uno y las actitudes de ‘Diva’ que pueden tener algunos hombres. Olvídense de los sentimientos verdaderos, porque es todo tan maquetado como el mismísimo Hollywood, y aunque es bastante predecible, quién dice que las clásicas películas de terror, fantasía y ciencia ficción no lo son. Es como una gran piñata a punto de estallar, rellena con todo lo más bajo que se puede caer frente a una realidad límite extrema, y abordado con humor de varias clases; slapstick, negro, absurdo, escatológico, burdo… Está bueno creer que cada actor está haciendo de sí mismo, pero en realidad están retratando una imagen exagerada de lo que el resto puede pensar de ellos, o de eso que sus conocidos y amigos dicen de ellos; de paso autocriticando algunas actitudes bobas, egoístas e infantiles que pueden tener. ¿Me explico?
Esperaba ansiosa ver este film, y debo decir que dentro de los parámetros normales, estuvo a la altura de mis expectativas. Es difícil juzgar cuándo las cosas fueron pensadas en serio, porque se trata de un total delirio. Definitivamente, mi parte favorita fue la escena final y la versión que se construyó de cada actor para la película.
Agarren hachas, martillos, sillas, cuadros, y todo lo que tengan a mano porque Este es el fin (This is the end, 2013) está aquí y nos tomará por sorpresa… And I don’t wanna die at James Franco’s house!