"This is not a film" es, precisamente, algo distinto a una película: la experiencia de ver a Jafer Panahi (el director iraní de "El espejo", cumpliendo arresto domiciliario e imposibilitado de hacer cine por su oposición al gobierno) confinado en su departamento mientras un amigo registra sus intentos de representar el guión que no puede plasmar en imágenes, hasta que, finalmente, se asoma a la calle y se enfrenta con una fogata cargada de significados. Un ejercicio casi periodístico, de indudable valor político, que permite compartir con Panahi su asfixia, con algo de esa capacidad que tiene el cine iraní para reflexionar sobre el medio y jugar con las fronteras que separan la realidad de la ficción.