Estoy acá (Mangi Fi)

Crítica de Rosana López - Fancinema

MÁS QUE AMBULANTES EXPRESS

La inmigración senegalesa es uno de los fenómenos más recientes en nuestro país y poco explorado a nivel informativo por los ciudadanos argentinos. En Estoy acá (Mangui fi), Juan Manuel Bramuglia y Esteban Tabacznik se revela un poco el misterio a través de la vida de dos jóvenes, Ababacar y Mbaye, que llegaron a la Argentina en diferentes momentos -hace siete años atrás- y entablaron amistad aquí.

Desde dos ópticas dispares -hasta entre ellos mismos-, estos hombres cuentan cómo es vivir en el destierro para tener un futuro económico mejor y así, poder enviar dinero a sus necesitadas familias. Estoy acá (Mangui fi) registra de forma fresca y descontracturada – como si se tratase de un diario íntimo- el día a día de estos veinteañeros inmigrantes con las dificultades que implica la vorágine rutinaria de Capital Federal, las típicas ventas ambulantes de sus artículos importados, los altibajos financieros del país y una sociedad que, a veces, los discrimina pero al menos no los excluye como Europa. En cambio, en la Argentina también hay oportunidad para hacer nuevos amigos criollos, obtener mejores horizontes laborales y hasta por qué no tener una novia argentina. Con gran emotividad e indagación a esta corriente de nuevos habitantes, sus directores contraponen y recorren sin juzgar las distintas realidades nacionales a través de un viaje a Senegal.

A la vez, Estoy acá (Mangui fi) pone foco en las tradiciones de rituales religiosos musulmanes, algunas cosmovisiones identitarias y un legado sanguíneo de fuerte peso que esta comunidad aún no puede olvidar en suelo argentino. De esta forma, se constituye en un material sin dudas interesante para curiosos de la temática y/o público general que buscan conocer un pueblo noble, cercano y lejano a la vez.