Jack Kirby: Dios del Comic. Sip, Stan Lee es mas popular simplemente porque el tipo ha hecho muchísimo mercadeo de sí mismo – no es que le falte talento – pero Kirby, en segundo plano y de manera mucho mas modesta, es un creador de talla igual o incluso superior. Digo, cuando Stan Lee solo era el primo de la mujer del dueño de Timely (futura Marvel Comics), hacia mandados y entintaba en los tiempos libres, Kirby junto con Joe Simon creaban Capitán América en 1941. Y mientras que Lee, tan magnífico como ególatra, se lastraba la editorial para sí, Kirby entraba en cortocircuitos con todo el mundo reclamando un trato mas justo como autor de franquicias reconocidas y terminando por saltar de una editorial a la otra – en realidad la lucha de los autores por el reconocimiento creativo y monetario de sus creaciones es un tema viejísimo; todo el mundo se vio reflejado en el maltrato que le hizo DC a los padres de Superman Joe Shuster y Jerry Siegel (quienes terminaron en la pobreza) y comenzaron batallas judiciales de todo tipo… incluso Lee, adulador número uno del corporativo y que siempre se puso del otro lado del mostrador, terminaría por enfrascarse en serios litigios con Marvel en sus años de retiro, conociendo en carne propia el destrato que se le daba a los creativos de la editorial -. Kirby dio a luz no sólo al Capitán América sino a Thor, Los Cuatro Fantásticos, Hulk, Iron Man, la versión original de los X-Men, Los Vengadores, Silver Surfer… wow, son muchísimos clásicos. Básicamente, todo el panteón principal de Marvel en compañía de Stan Lee.
Si hay un problema que tengo con Kirby es que, a mediados de los 60s, el tipo se entusiasmó con la creación de mitologías. Básicamente eran elencos enormes de dioses ociosos que en sus ratos libres querían destruir el mundo (o debían defenderlo de otros dioses renegados). Mientras que uno puede inspirarse en Shakespeare o en las tragedias griegas para las intrigas palaciegas – hermanos de dioses complotando para derrocar / desterrar / asesinar a su pariente regente; amores prohibidos, conspiraciones y pases de bando de todo tipo, etc – y generar una tensión dramática interesante, por el otro lado todos los miembros de estas realezas superpoderosas estaban plagados de superpoderes estúpidos – minas con pelucas con vida propia, gente que puede destruir un mundo con una palabra, una vieja musculosa y marimacho que se llama Abuelita Bondad, una piba que solo puede transformar las cosas en agua, guerreros perfectos que pueden copiar todas las técnicas de combate de los peores asesinos… y ser derrotados de la manera mas boba, etc – que bordeaba lo patético. Son demasiados personajes, todo era demasiado arbitrario – si son todos de la misma familia, ¿por qué no heredan los mismos superpoderes? – y era demasiado derivativo de leyendas pre existentes y ultraconocidas. En 1965 Kirby se despachó con Los Inhumanos – y si uno vio la fugaz serie del 2017 sabe lo espantosamente ridícula que suena la premisa si no cae en las manos creativas adecuadas – y solo vio algunos números publicados, apareciendo ocasionalmente en las décadas siguientes en las páginas de las revistas Marvel. Cuando Kirby se peleó con la gente del sello rojo y se fue a DC se despachó con Los Nuevos Dioses… y por mas respeto que mereciera Kirby la publicación (en solitario) no duró mas de un año y medio por falta de popularidad. DC tuvo que empalmar la mitología de Darkseid, Apokolips y la mar en coche con la de Superman y la Liga de la Justicia para poder darle valor de venta. Lo último con que se mandó Kirby fue con los Eternals en 1976, estando de regreso en Marvel… y, como pasó con los casos anteriores, tampoco incendió las bateas de los kioscos.
Mientras que se precisa una imaginación prodigiosa para crear toneladas de personajes nuevos – algo que yo no podría hacer -, por otro lado Eternals deja a la vista todos los defectos de las mitologías de Kirby. Acá hay leyendas griegas (Icaro, Atenea, etc), sanata de dioses alienígenas ancestrales a lo Erich Von Daniken, gente con 500.000 superpoderes distintos (el 90% de los cuales son absurdos), escasa profundidad dramática de cada personaje y la suma constante de caracteres nuevos para meterle dinámica cuando solo se siente como una avalancha imparable de Deus Ex Machinas ante la imposibilidad del autor de construir algo acotado y profundizarlo. Fíjense en Spiderman que solo es un tipo, diez villanos y encima está plagado de problemas de la vida cotidiana, o Batman que pelea contra un ejército de sicópatas cada uno con un apasionante trasfondo propio. Acá todo pasa por temas cosmogónicos que suenan épicos y seudoimportantes… hasta que ves la superficialidad de cómo son realmente tratados.
Eternals es un error de Marvel. Un error de cálculo serio. Antes íbamos con películas con uno o dos personajes, ahora tenemos un batallón y, lo que es peor, no son para nada interesantes. A simple vista los Eternos parecen la versión angélical de la Liga de la Justicia – hay un Superman, una Flash, una amazona… – pero a la hora de la explicaciones… la credibilidad cruje. El acto I es un desastre de proporciones bíblicas por exceso de información, de personajes y por la ausencia de profundidad dramática. Honestamente me importa un pito cualquiera de los flacos que están en pantalla. La historia en sí se ve arbitraria – oh, sí, un super Dios creó demonios para exterminar criaturas malvadas en el universo… y como se le salieron de las manos tuvo que crear a un ejército de ángeles; pero si este Dios es tan poderoso… ¿por qué corno hay una diosa muda, todos son de razas distintas o siquiera por qué no desaparece los Desviantes con un chasquido de sus dedos? -. Salma Hayek no destila autoridad – se ve como un tapón veterano y aún sexy -, Angelina Jolie es demasiada actriz para un rol secundario como éste, el romance de Gemma Chan y Richard Madden se ve apenas tibio (ni que hablar de la Chan con el eternamente insulso Kit Harrington, el que para colmo va a ser otro superhéroe mas en futuros estamentos) y, cuando llega la hora de las explicaciones de por qué estos super ángeles no movieron un dedo cuando Thanos hizo el snap, ninguna de las que dan (y son muy pocas) termina de convencer… lo cual es un error fatal de construcción y algo que torpedea la credibilidad de toda la premisa. Hubiera sido mejor que le hubieran dado la franquicia a Sony para que la construya en un universo por fuera de la continuidad del MCU.
Si Eternals se salva de la quema es por la prolijidad y espectacularidad de las escenas de acción, y porque el Acto II trae a la mesa una idea apasionante. (alerta spoilers). ¿Qué tal si estos ángeles en realidad son granjeros engordando el ganado (la humanidad), la cual es necesaria para alimentar (con su vida) el nacimiento de un dios gigante en el interior del planeta como si éste fuera una incubadora?. (fin de spoilers). Por supuesto la magnitud titánica que implica detener semejante proceso está explicada así nomás y se resuelve en cinco minutos de manera no muy satisfactoria.
Las escenas de acción son buenas; algunos secundarios – Julie, Barry Keoghan (que amenazaba con ser el villano del filme), Kumail Nanjiani – son muy buenos… pero te da la impresión que todo esto es demasiado y que está fuera de foco y que, lo que es peor, está diluyendo la mítica efectividad del MCU. Disney está metiendo personajes a lo pavo de apuro y eso no es bueno. Si mañana hubiera una reunión super épica a lo Infinity War no daría un centavo por Ikaris, Eros, el caballero medieval de Harrington, la Loki femenina, la brujita traviesa de WandaVision o el Agente US. Hubiera sido mejor seguir el camino de Sony, rebooteando franquicias con nuevos actores en personajes conocidos en vez de meter tres toneladas de novatos en menos de doce meses.
Lo mejor que podría hacer Marvel es archivar Eternals bajo la alfombra y seguir con lo conocido – Shang Chi, la nueva Viuda Negra, Spiderman, las secuelas de Doctor Strange, Thor, Guardianes, etc -. Yo no creo que vaya a ver otra película de Eternals. Lo que se nota – en estos últimos tiempos del MCU – es una ausencia feroz de actores / personajes apasionantes y carismáticos. La Pugh, Simu Liu, Hailee Steinfeld son un pálido remedo de Robert Downey Jr, Chris Hemsworth, Chris Evans o Chris Pratt. Traigan a unos locos de la guerra – Phil Lord & Christopher Miller… si, están en las pelis animadas de Spiderman de Sony pero ofrézcanle una cantidad obscena de dinero – para que refresquen la formula y creen historias apasionantes. No todo ganador del Oscar sirve para un filme de superhéroes. No se precisan elencos gigantescos. Precisamos héroes individuales e interesantes protagonizados por los actores mas carismáticos del momento y dirigidos por gente con imaginación salvaje. Nada de eso ocurre en Eternals, la que queda como algo insatisfactorio, insulso y caro con solo algunos momentos logrados.