Seguramente despertará polémicas este film firmado por la periodista María Seoane, uno de los nombres más importantes de la profesión en el país. Pero serán polémicas sobre el contenido o la conveniencia de un dibujo animado sobre Eva Perón en época electoral. Las películas viven más que eso. El gran problema del film no es ideológico, sino estético: confundir un lenguaje de momentos fuertes como la historieta con un lenguaje de movimiento fluido como el cine (animado o no). Ese error estético, producto de no reflexionar lo suficiente sobre el medio, es lo que diluye la potencia del film.