Llega a las salas del cine Gaumont, el documental Exilio de Malvinas de Federico J. Palma.
Exilio de Malvinas cuenta la historia de tres malvinenses que por diversos motivos fueron forzados a dejar las islas y trasladarse a la Argentina Continental.
Desde muy joven, a partir de numerosas lecturas, Alexander Betts defendió la reivindicación de soberanía sobre las islas que se planteaba desde Argentina. Su pensamiento le costó un duro enfrentamiento con su familia y otros kelpers. Apenas terminada la guerra, cuando un rompehielos trasladaría a los últimos argentinos heridos, Alex decidió sumarse a ellos, abandonar las islas y radicarse en la Provincia de Córdoba. Desde entonces, continua estudiando el tema Malvinas y representa a la Argentina en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
Para el artista plástico malvinense James Peck, los problemas comenzaron con la llegada de María, una argentina vinculada a la pintura que de visita en las islas, descubrió la obra de James. Ellos se enamoran y terminan viviendo juntos. La mirada crítica de los otros y la discriminación diaria, llegarían a un punto de no retorno en 2002, cuando María queda embarazada. El Gobierno de las Islas plantea que el niño, por ser hijo de una argentina no podría nacer allí. A menos de un mes del parto, James y María debieron mudarse a la Buenos Aires.
El biólogo inglés Mike Bingham se radica en las Islas Malvinas para trabajar en el estudio y la protección de su fauna. Mike empieza a descubrir que la población de pingüinos en la zona se había reducido considerablemente, emigrando hacia zona continental argentina en busca de alimentos. Todo indicaba que se debía a los oscuros negociados que permitían la pesca indiscriminada en la región. Al hacer público este descubrimiento, Mike es víctima de una feroz persecución y debe escapar hacia territorio argentino.
Estas tres historias, brillantemente relatadas, son tres ejemplos del conflicto ingles y argentino sobre la soberanía de las Islas Malvinas, pero que; en este caso, pone el foco en aquellos oriundos de esas tierras. Catalogados como traidores, decidieron seguir sus raíces y creer que la tierra era argentina (especialmente las primeras dos historias de James y Alexander).
Unidos por el desarraigo, Palma divide el documental en tres segmentos bien consistentes; como si de una ficción se tratara. Dando un principio de como un hombre puede ser alejado de su familia y amigos, pasando por un nudo en donde el amor puede llevar a tomar decisiones difíciles, y un desenlace, que realiza un paralelismo entre la historia de estos hombres con la de los pinguinos del lugar, su falta de recursos y su posterior alejamientos de las islas; considerándolos a ellos también exiliados de sus propias tierras.