Fui fan de Charly muchos años. Lo seguí en jornadas increíbles, allá por los ochenta y noventa y lo veneré como se merecía: me compré todos sus discos y discutí con todos sobre el valor de su música. García es un indiscutido. Pero hay poco de el en el cine (recuerdo una participación gloriosa como actor en "Lo que vendrá" allá por 1988 junto al querido Hugo Soto y Juan Leyrado) y creo que es una deuda que tenemos con este prócer del rock nacional.
Por suerte esto comienza a saldarse, cuando llega a salas de todo el país este documental de Alejandro Chomsky.
En particular porque este registro es de una calurosa noche de un verano en 1994, cuando García estaba preparando el final de su trabajo, “La hija de la lágrima”. Todavía, se percibe que ahí estaba el increíble músico en la cima de su poder creador. Desgraciadamente, creo que lo que vino después (el salto a la piscina del hotel desde aquella loca altura, los recitales que comenzaban y no se sabían si terminaban y las excentricidades e idas y vueltas a clínicas para atender los problemas de este genio), mostró que el nivel que logra percibirse en ese recorte mágico que Chomsky trae comenzaba a esfumarse.
Por eso, “Existir sin vos” es algo tan interesante de ver. Más allá de la informalidad del registro, permite acercarse al proceso creativo de un genio en su mejor momento. Rodeado por músicos talentosos, García capitaliza esa energía en la creación de una canción, aún inédita para muchos, y que da nombre al film.
Los relatos a cámara, la sencillez de su súper banda y la personalidad que despliega el carisma de Charly García, hacen muy atractivo el registro del cineasta, quien cuenta que llegó a este encuentro con la leyenda del rock local, merced a ser un declarado fan del mismo.
Una pequeña muestra del valor de García en formato visual. Para fans y buscadores de momentos únicos, este documental tiene mucho para ofrecer a pesar de su quizás modesta producción.