Charly García se encontraba sigiloso en su estudio de Fitz Roy y Córdoba, en pleno proceso de creación de su disco La hija de la lágrima.
Una noche con Charly García nos empapa en el artilugio creativo de uno de los más grandes artistas argentinos del rock. A modo de documental llegamos a ver los secretos de cómo construye esas composiciones un genio irrefutable como lo es Charly, a medida que avanza una noche inolvidable del verano de 1994, a la cual tampoco le faltan piruetas en la pileta. Existían los tiempos para componer, tocar, cantar, escribir… y para tirarse a la pileta.
Podemos ver en ese ámbito además a María Gabriela Epumer, el Zorrito Quintiero, Fernando Samalea y Alejandro Medina (bajista de Manal), quienes entre charlas terminan por mostrarnos esas sesiones de largas horas, donde la lucidez del artista se camufla con su sensibilidad. El influyente y reconocido músico escribía en el momento las letras y las practicaba durante varias horas, al mismo tiempo que las grababa en cinta con los equipos analógicos de la época. Alejandro Chomski logró captar toda la esencia de una noche particular y hacer de la cámara un protagonista más, a medida que la noche avanzaba.
El sol ingresa por la ventana y en el piano suenan las melodías. There’s a place, where I can go, when I feel low, when I feel blue. And it’s my mind, and there’s no time when I’m alone.