Catecismo para Todos
El mejor libro de historietas sigue siendo la sagrada biblia, tan es así que hay mucha gente que cree que todo lo que alli se escribe fué cierto o lo es. Uno de chico cinéfilo creía que el rostro de Moisés era el mismo de Charlton Heston, después se dió cuenta que era todo bluff cinematográfico (Los 10 Mandamientos, 1956, Cecil B. De Mille), y dentro de los grandes géneros clásicos del cine hay que incluir: el bíblico.
Esta nueva aventura todo terreno (y excedida de efectos especiales que a poco aburren y son la nada misma), está dirigida por el prolífico Ridley Scott (conoció épocas mejores con "Alien", "Los Duelistas", "Blade Runner"), y troca el rostro del personaje del líder rebelde por el más actual de Christian Bale, quien le aporta su carnadura y fuerza como para estar nominado a los próximos Oscars.
El peor pecado de este tipo de superproducciones es que de tanto recargarlas de cosas, y efectos agotadores, se convierten en plomizas, largas...esta dura nada menos que 150 minutos!.
Otro error mayúsculo en el guión, es que aquella zarza ardiente -que le hablaba a Moises como Dios-, ahora es un niño...bastante insufrible y con demasiado acento yanqui(da para la carcajada).
Acción hay, si en eso zafa, es la típica "pochoclera". El guión está lleno de baches narrativos, hay bastante cosa suelta que no emparcha ni cierra, y la apertura del Mar Rojo no llega ni a los talones a aquella de Heston y De Mille, y vease finalmente a Moises cuando talla a piedra los mandamientos que solo, tan solo le falta un auricular en sus oidos y estar oyendo música de un MP3.