Reescribir la propia historia Para cerrar un nefasto capítulo de su historia de militancia, tortura y cárcel, el escritor chaqueño Miguel Ángel Molfino reescribe un nuevo capítulo y experimenta una nueva emoción que tiene como punto de partida y llegada la historia de recuperación de su sobrino, hijo de desaparecidos. Como tantas otras historias de la época de la dictadura genocida, la de Miguel Ángel también enrola una lista de muertes como la de su madre, secuestrada en el exilio de Perú para terminar asesinada en España, y de allí la supervivencia a la tortura psicológica y a exorcizar todo tipo de herida abierta desde la escritura como refugio para escapar del encierro. Para describir el momento de reencuentro con ese sobrino, el escritor militante recurre a la imagen de la manada extraviada, que nunca perdió el olor, tal vez el aroma a libertad que en cierta manera guió al sobrino para volver al origen. Sin embargo, el encierro no tiene olor, quizás la imagen oscura de la oscuridad, y siempre a tientas en un espacio sin tiempo. Buscarle palabras al dolor, una vez traspasado ese trance de la parálisis del bloqueo mental, es uno de los alimentos que Miguel Ángel encontró al recuperar su libertad. El otro puntal desde su recuerdo de infancia y el desdibujado de sus historias de ficción lo trasladaron a Barranqueras, Chaco para encontrar un eslabón perdido pero absolutamente distinto al que había dejado antes de perder su libertad y más aún al imaginado en un puñado de textos que no lograron sobrevivir a las requisas carcelarias. Entonces, el sentido de Extramuros más allá de su valor testimonial como otro documental que suma un nuevo episodio a las historias de militancia política de los 70, focalizadas en las provincias y no en el centralismo urbano dominante, se concentra en el valor de la reescritura como un mecanismo de la memoria un tanto singular y complejo que no se anquilosa en el pasado pero que tampoco lo niega como mecanismo de defensa. Para ello la directora Liv Zaretzky desdobla el relato con el presente de Miguel Ángel y su testimonio de aquellos tiempos, al que se incorporan los de sus hermanos y compañeros de celda como el periodista Eduardo Anguita, para dejar plasmado el contexto histórico, junto a fragmentos literarios que completan el marco del relato y le dan una preponderancia a la palabra que en cierta forma trasciende a la historia y sus personajes.
Un documental de Liv Zaretzky que es un retrato del escritor Miguel Ángel Molfino, que pertenece a una familia de militantes que sufrieron exilio, Desapariciones y muerte. El es el mayor de seis hermanos, lo encarcelan antes del golpe de 1976 por eso, y por la gestión de un sacerdote amigo no es un desaparecido. En esos cinco años es torturado, y como único consuelo tiene la escritura, pero todo lo que escribe desaparece sistemáticamente en las requisas. Ya libre primero se obsesiona en reconstruir esos textos robados, palabra por palabra. Una tarea imposible. Pero sigue escribiendo y con inteligencia, junto a sus familiares reflexiona con dolor, humor, sagacidad, lo que ocurrió y su presente. Un interesante trabajo.
Lo que no vuelve En Extramuros (2017) la realizadora Liv Zaretzky construye un retrato del escritor Miguel Ángel Molfino, militante preso durante la última dictadura cívica militar a quien la escritura le ayudó a sobrevivir. De 65 años de edad, Molfino nació en Resistencia (Chaco) y es el mayor de seis hermanos. Durante los 60 cada uno de los hermanos eligió un camino militante diferente. Con la llegada de la dictadura Miguel es detenido y privado por cinco años de su libertad. Durante esos años la escritura fue la vía de escape al martirio que le tocó vivir. Al salir, intenta reconstruir todos esos escritos destruidos por sus captores. Escritos testigos de una época que como muchas personas tampoco pudieron volver. Extramuros es un documental de cabezas parlantes, que cómo viene sucediendo casi sistemáticamente en este género, es más importante el contenido que la forma. Una sucesión de testimonios que sirven para reconstruir parte de una historia personal que también funciona como reflejo de un país. Militancia y escritura, dictadura y democracia, familia y amigos, Buenos Aires y Chaco, palabras y silencios. Tópicos que el documental explora desde el punto de vista del propio Molfino. Con una secuencia inicial propia de un ensayo, Liv Zaretzky estructura la trama a partir de entrevistas filmadas en la actualidad recurriendo solo en algunos momentos a material de archivo o a imágenes sobreimpresas con textos del escritor. Hay más preocupación por lo qué se cuenta que por cómo se lo pone en escena. Eso hace que lo televisivo se apodere de lo cinematográfico y que por momentos se corra del eje.
Extramuros: recobrar las palabras perdidas Miguel Ángel Molfino fue encarcelado y torturado en 1976 y, durante los cinco años que pasó privado de su libertad, se dedicó a escribir. Ya libre, trató de reconstruir esos textos, buscando esas palabras que lo remitiesen a aquellos días en medio del horror y la angustia. La directora Liv Zaretzky elaboró sobre esta base biográfica un documental que fija su mirada en la historia de un sobreviviente que carga con sus dolores y sus reflexiones. Para ello apeló a la calidez, ya que su film enfoca los diálogos que mantienen el protagonista con sus familiares y amigos y se detiene en esas historias incompletas, llenas de sueños arrancados y de ausencias inadmisibles.
MEMORIAS SIN OLVIDOS Opera prima de Liv Zaretzky, su documental escarba en la vida del escritor Miguel Ángel Molfino, su familia, el contexto político de Argentina en los 60 y los 70, la crueldad de la dictadura, las muertes cercanas, las cárceles y torturas. Extramuros presenta un sujeto narrador (el citado Molfino), otras voces que acompañan al relato central y unas más que no pueden decir nada, aquellas silenciadas por la masacre golpista. En este punto, el trabajo propone un racconto verbal más que visual del conflicto aun cuando ocasionalmente la potencia de determinadas imágenes (los lugares ahora vacíos de la reclusión y de los castigos), junto a los textos del escritor, actúen en contraste con la acumulación de palabras. Las idas y vueltas de los relatos entregan dos visiones opuestas y complementarias: por un lado, la descripción del horror verbalizado, a través de hechos, instantes y momentos que reflejan el escarnio y la violencia de esos tiempos. Por el otro, de acuerdo a las revelaciones que proponen los relatos, el tono se convierte en un rosario de anécdotas donde el azar invade al hecho en sí mismo, como sucede cuando algunos de los testimonios dan a conocer que ni los personajes aludidos sabían que estaban militando en determinada célula guerrillera. En esa verbalización del conflicto, la película descansa con placer: el horror se convierte en recuerdo y en mirar hacia adelante, jamás pensando en perdonar a los responsables ni tampoco en arrepentirse por aquello que se hizo (la militancia ante todo), sino en la idea de que el dolor sufrido se refleja en una mirada perdida, en un silencio, en una respuesta que no llega. Extramuros se parece y no tanto a varios documentales sobre el tema. Ya los relatos a cámara no requieren de una puesta en escena despojada en donde las palabras adquieren un rol protagónico. Ahora, la descripción de esos hechos marcados por el horror de la dictadura se expresan tomando una copa de vino, un café, con un plato que tiene una porción de torta o una picada. La puesta cambió, pero el contenido nunca más y jamás. EXTRAMUROS Extramuros. Argentina, 2016. Dirección y guión: Liv Zaretzky. Producción: Mayra Bottero, Gabriela Cueto, Florencia Franco y LIv Zaretzky. Fotografía: Fernando Lorenzale. Montaje: Valeria Racioppi. Sonido y música original: Paula Ramírez. Duración: 70 minutos.
La directora argentina Liv Zaretzky llega a los cines con Extramuros, su primer documental, en donde cuenta la historia de Miguel Ángel Molfino, un escritor y preso político. Miguel Ángel Molfino -quien actualmente tiene 65 años-, fue detenido y privado de su libertad, a lo largo de cinco años en los que fue pasando de cárcel en cárcel, durante la última dictadura cívico militar argentina. Mientras estaba encerrado Molfino enfocó toda su atención en la escritura y, al quedar en libertad, trató de reconstruir palabra por palabra cada texto que había escrito. Si bien el documental se basa en el pasado de dicho escritor, Extramuros está narrado desde el presente. Molfino reescribe un nuevo capítulo en su vida con la historia de recuperación de su sobrino, quien es hijo de desaparecidos. Además la directora decide incorporar los testimonios de los hermanos, la actual mujer, los amigos y los compañeros de celda de Molfino, entre los que se encuentra el periodista Eduardo Anguita. El film profundiza el valor de las palabras y acentúa lo que una vez escribió Oscar Wilde en El retrato de Dorian Gray: “¡Las simples palabras! ¡Que terribles son! (…) ¿Hay algo más real que las palabras?”. Porque, al fin y al cabo, el poder de la palabra es lo que logró que Molfino siguiera adelante luego de una vida llena de muertes, secuestros y exilio. Extramuros va más allá de su valor testimonial, no es sólo otra historia de las adversidades ocurridas durante la dictadura militar sino que busca mostrar el valor que tiene la escritura y lo fuerte que en realidad es el silencio.
Miguel Angel Molfino es escritor, narrador y cuentista, asi como también periodista. MIembro de una familia de muchos hermanos, hacia fines de la década del 60' y principios de los 70', llevado por el fragor de sus ideas comenzó a militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores y fue detenido y torturado por la última dictadura militar. Miguel venía de una familia muy extensa (eran 6), y su historia es una de las más duras que recuerdo en fílmico sobre el tema. Porque al tener una sensibilidad especial, el hecho de haber resistido a la página más negra de nuestra historia institucional desde la cárcel y poder volver a constituirse para alcanzar su vocación, no es algo corriente. Ahora, a la distancia, su relato adquiere ribetes emocionantes, no sólo por las terribles condiciones que pudo superar sino también el cálido relato de un grupo familiar comprometido con la militancia en todos sus integrantes. El registros que hace Liv Zaretzky es dedicado y respetuoso. Los hermanos de Miguel cuentan los vaivenes de la militancia en esos años, las formas de comunicación entre ellos y la naturaleza del increíble vínculo que los sostuvo a lo largo de estos duros años. "Extramuros" habla del poder de la palabra y la mente de un hombre singular. Habla de la resilencia, el amor por la familia y la fortaleza en la defensa de las convicciones. De cómo la psiquis de un sujeto se reinventa para salir adelante en condiciones lacerantes e iluminar un nuevo destino. Los relatos que se escuchan y ven son terribles (la anécdota del torturador que tiene el kiosko y las víctimas que van a comprarle caramelos es fortísima). Es difícil permanecer a lo largo del film sosteniendo la emoción por lo que se ve. Hay en cada pequeña anécdota un sendero de dolor que cada espectador recorre y descubre, mientras va integrando la imagen de un hombre de letras que se vuelve combatiente para enfrentar un difícil momento político. "Extramuros" es un clásico documental que se construye en base al relato del protagonista y su medio. Miguel es un hombre que explica claramente lo que sucedía en ese tiempo y es interesante verlo y conocer una historia más de las tantas que caracterizan un momento histórico que ya no queremos volver a atravesar. El ejercicio de la memoria es esencial para la sociedad y "Extramuros" contribuye con un relato emotivo, áspero pero necesario, para conocer más sobre aquel oscuro y siniestro período de nuestra historia que no debe volver nunca más.
Documental sobre el escritor Miguel Ángel Molfino, criado en Resistencia y militante encarcelado en la dictadura. En el encierro, Molfino escribía relatos, a pesar, y a sabiendas, de que serían requisados por los militares. En esos años de encierro, su famlia vive exilios, secuestros y muerte. Este documental escucha testimonios que reconstruye su historia.
SEGUIR VIVIENDO A PESAR DE TODO Tortura, muerte, injusticia, dolor. Una vez Theodor Adorno se preguntó “¿cómo escribir después de Auschwitz?”, indagando sobre la búsqueda de lo poético luego de una de las experiencias más terribles de la humanidad. Algo similar indaga Extramuros, documental del debutante Liv Zaretzky, donde a través de una cámara interrogadora, la película va construyendo la historia de encierro y tortura del escritor Miguel Angel Molfino, quien, tras estar privado de su libertad de forma ilegal durante la última dictadura militar, encontró en la escritura un sostén para soportal aquella injusticia. La familia Molfino fue perseguida por el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) teniendo que soportar la cárcel, el exilio, la tortura, la desaparición y asesinato de sus integrantes. A través de un relato colectivo de los miembros de la familia y de otros individuos que van conformando el recuerdo de un tiempo pasado que no quieren olvidar, sino que recuerdan constantemente como forma de buscar justicia a todo lo vivido. Es interesante cómo el relato del documental logra crear la visión de los hechos desde diferentes puntos de vista: por ejemplo, la construcción del recuerdo del encierro de Miguel Angel (central en el film) es armado tanto desde el recuerdo de él mismo como preso político, así como también de sus hermanos desde el exilio, la ignorancia y la desesperación de no saber nada de su hermano. Además, esta memoria reconstruida es completada con el relato de sus compañeros de militancia y de celda, aportando cada uno una nueva visión subjetiva del mismo hecho. Zaretzky se encarga de dar un retrato cabal de la situación particular que se presenta en el documental. No sólo acumula una serie de relatos orales, sino que completa su investigación con la visita a Museos de la Memoria y con fragmentos de poemas de Molfino que sirven para contextualizar su escritura como forma de resistencia al medio hostil donde le tocó vivir. Zaretzky es una directora comprometida con lo social, en este caso puntual, a través de su aporte en la construcción colectiva de la memoria de un pasado que no hay que olvidar, para no volver a repetirlo. Nacida en el querido oeste de la provincia de Buenos Aires, como quien escribe estas líneas, ha participado anteriormente en el documental La lluvia es también no verte (2014), de Mayra Bottero, donde fue asistente de dirección, ahondando junto a la directora del film en la búsqueda de justicia de las familias de la tragedia de Cromañón. Extramuros es un interesante documental que aporta un granito de arena en el pedido que Molfino subraya al final del film: “Lo que prevalece es la deuda que uno tiene con nuestros compañeros desaparecidos, nuestros muertos, en el sentido que no podemos en esta etapa seguir con el mismo tipo de lucha, que tiene otras características (…) ahora es presionar para que todos los genocidas vayan a la cárcel, sean civiles o militares (…) Juicio, castigo y cárcel común para todos los genocidas”.