Amores, enredos y lobos feroces
La comedia romántica, con sonrisas y suspenso, es uno de los géneros preferidos de Woody Allen. Y "Extraños en la noche" transita esos caminos con regular suerte. Es amable, pero muy leve; lo romántico no desentona, aunque las situaciones son forzadas; los diálogos no son graciosos y el subtema policial es apenas un complemento para estirar una historia que se queda sin tema y no encuentra ni personajes ni situaciones donde apoyarse. Es una pareja que se dedica a la música: Martín toca el piano y Sol canta. Discuten un poco porque él sueña con ser un autor en serio y ella está más para la cosa comercial. Y aparece un embarazo, celos, tironeos. El filme no tiene el encanto que el género exige y el elenco hace lo que puede: Julieta Zylberberg luce muy bien y Diego Torres no parece cómodo en la piel de un personaje que no aprovecha su simpatía. Pero no todo es decepcionante: la puesta en escena es elegante, la música está bien puesta y el Buenos Aires que nos muestra, impacta. Algo es algo.