Una comedia livianita que teje su historia con muchas puntas: apunta a la crisis de una pareja y su continuidad, habla del miedo al éxito, y sostiene una trama policial que comienza con las sospechas de ella (Julieta Zylberberg) y continúa con el seguimiento de él (Diego Torres en su vuelta a la actuación). El cóctel agitado tiene altibajos pero entretiene y despliega gran elenco y momentos muy bien logrados hermanados al delirio.