Héroe sin capa
Lo primero que sabemos con esta película es que los niños, de primaria sobre todo, pueden ser muy crueles, pero muy crueles.
Extraordinario, dirigida por Stephen Chbosky y basada en la novela de Steve Conrad, cuenta la historia de Auggie Pullman (Jacob Tremblay) un chico que nació con una deformidad facial y que afronta su primer año de escuela después de varios años de haber sido educado en casa.
Como se podía esperar de un film así, la historia apela a la emoción, a sentir empatía por Auggie y los amigos que hace a lo largo de su travesía, pero la película peca de inocente, no sé si será que nosotros los argentinos tenemos pocas pulgas y a la primera que no hubiesen dicho algo estaríamos reaccionando, pero esto sucede en la mayoría de las películas estadounidense donde hay una situación de bullying, el acosado nunca se defiende por sí solo, siempre suele necesitar ayuda.
Mas allá de esto, la emoción que trasmite la historia, con una gran actuación del joven maravilla Tremblay y elenco, sobre todo Mandy Patinkin, hace llevadera la película y logra llegar al corazón. Algo que me pareció interesante como recurso fue la separación de las historias por personaje, siempre centrándose en el problema de Auggie claramente.
Ah, una cosa más, cortémosla con las referencias de Star Wars en las películas de Tremblay, el pibe anda por todos lados con eso, si lo va a llevar también a todas sus películas va a aburrir. Gracias, nada más.