El precio del éxito (devaluado)
Debatiéndose entre ser una remake o una secuela del film que en 1980 dirigiera Alan Parker, Fama (Fame, 2009) es toda una franquicia en el género musical. Conjugando el estilo de la serie televisiva y algo de la fábula que relataba el film original, la historia transcurre en nuestros días con personajes y situaciones totalmente novedosas y renovadas, con lo cual el tópico de remake puede llegar a resultar confuso o desacertado.
Esta adaptación cuenta las vivencias de un grupo de jóvenes que estudian en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Nueva York, quienes compiten para poder triunfar en el mundo del espectáculo. Allí conocerán el romance y la amistad mientras intentan superarse a si mismos y alcanzar la gloria personal.
En el film de 1980 lo preponderante a nivel narrativo eran los problemas personales de los protagonistas y sus duras realidades familiares, como pueda ser la oposición de sus padres. Este factor se erigía como la columna vertebral a través de la cual se estructuraba un relato destinado a ser un drama social que estudiaba la psicología de estos jóvenes en búsqueda de un sueño. El éxito del film de Parker también propensó una famosa serie televisiva con la que se identificó una generación entera de jóvenes.
La serie, con un acercamiento bastante mas light para la época, se inclinaba por una visión endulzada y extremadamente correcta. Ésta suerte de remake con guiños al film original aunque de un modo mas liviano en su tratamiento, se parece más a la serie, pero la intrascendencia que la reviste deja ver a las claras un producto sin carisma, donde las deslumbrantes coreografías de música y baile no alcanzan para disimular la apatía que despiertan sus personajes.
El film intenta transmitir los dilemas a los que se enfrentan estos jóvenes al querer para sus vidas alcanzar un sueño, con todo lo riesgoso que esto puede tornarse: autoestima, miedos, egos y fracasos son retratados sin demasiado acierto.
Los personajes transitan por el film de forma dispersa, mientras que las acciones que los ven protagonizar se fragmentan sin una continuidad que genere la mínima atención. El resultado es un mosaico social difuso, poco profundo, en donde nada de lo relatado logra un esbozo más o menos pensante respecto a la vocación y al talento natural como valores a explotar entre los más jóvenes.
En Fama -la original- había un desafío anárquico hacia la vida, una rebeldía interior con deseos de hacerse oír, aquí todo es ingenuidad y precipitación. Si el film original era un heredero de los musicales trasgresores de Bob Fosse, este se acerca más de forma banal a High School Musical. Una pena.