Mi familia es noctámbula. En mi casa paterna viven mi mamá, mi papá y mi hermana de 35 años. Mis padres están jubilados y mi hermana no estudió, ni trabaja, sólo se dedica a cocinarles y a competir con mi mamá a los jueguitos en su computadora o celular. Sus vidas comienzan siempre después del mediodía, la primera en levantarse es mi hermana para preparar el desayuno, horas más tarde se suma mi mamá y tiempo después mi padre, y ahí comienza la verdadera rutina, que repiten todas sus tardes y sus noches: ver televisión, jugar a sus juegos, comer y ordenar la casa. Sólo salen para proveerse de comida y otras necesidades. Cada fin de año, en vísperas de fiestas y de mi cumpleaños, viajo dos semanas desde la Capital y convivo con ellos.
Todo pasa en la misma casa.
Familia es una película claustrofóbica, agobiante, donde la ciudad sólo se ve desde adentro de la casa, a través de sus ventanas.