Las bajas pretensiones le juegan a favor a "Familia al instante", comedia dramática familiar de Sean Anders, con Rose Byrne y Mark Wahlberg, sobre un matrimonio atravesando el difícil proceso de adopción. En momentos en los que una nueva ley de adopción se encuentra en debate social y en cámaras legislativas del país, una película como Familia al instante adquiere un valor extra.
Basada en una historia real, que puede ser universal, su historia es simple, vivir desde adentro el proceso de adopción, cuando es múltiple y no son bebés. Ellie (Rose Byrne) y Pete (Mark Wahlberg) son un matrimonio de un pasar tranquilo, si bien no son de clase alta; por ejemplo, juegan al golf, y viven bien, aunque evidencian algunos comentarios sobre la crisis actual del país.
No pareciera faltarles nada, se quieren y tienen algo sólido. Nada, excepto hijos. Ante una broma de Pete, Ellie es la primera en entusiasmarse con la idea de adoptar. Pete, primero se niega, luego la sigue, y en la charla informativa es quien más se entusiasma.
"Familia al instante" sigue el paso a paso de los trámites que deberá dar una familia en el plan de adopción; claro que algo apresurados, los tiempos del cine no son los de la vida real. Ya en el hogar refugio, Pete y Ellie terminan escogiendo un desafío mayor, serán el hogar temporario de una adolescente que los conquista con su indiferencia, Lizzy (Isabela Moner); la cual viene con sorpresa. Tiene dos hermanos menores, Juan (Gustavo Quiroz), y Litta (Julianna Gamiz).
De un momento al otro, Pete y Ellie pasaran a ser los guardas tutores de estos tres hermanos de ascendencia latina con una historia detrás. A Sean Anders le sientan bien las historias de familia, más allá de algunos títulos poco alentadores como "Sex Drive" y "Quiero matar a mi jefe 2"; logró sus mejores momentos con "Guerra de papás" y su secuela, y "That’s My Boy" (esta más zafada, aunque también atravesada por la familia).
Familia al instante es su mejor película hasta el momento. El guion del propio Anders con John Morris no recurre a los muchos escapes ligeros que pudo tomar. Por el contrario, mantiene siempre su línea límite entre la comedia y el drama, sin volcarse hacia la parodia, ni hacia el exagerado golpe bajo.
Para todo aquel que haya atravesado por una situación similar – adopción de chicos mayores – notará que "Familia al instante" juega la mejor carta, la de la sinceridad. Si bien no será una propuesta que arranque enormes carcajadas, ni se refugie en hacernos llorar a mares; logra que la veamos siempre con una sonrisa, que lancemos alguna risa natural; y que, en su justa medida y sin forzar las situaciones, lagrimeemos lindo. Sus casi dos horas de duración pasan volando.
Con "Un simple giro del destino" y "Corazones rasgados" como antecedentes similares, "Familia al instante" es menos forzada que la de Steve Martin, y menos melodramática que la Jessica Lenge y Hale Berry. Pete y Ellie deben aprender a adaptarse a hacer padres de chicos que ya están formados, que tienen su forma de ser. Si nadie nace con un manual de padre bajo el brazo, menos aún si los chicos ya llegan parcialmente criados.
De las situaciones de paz, pasan al caos, al conflicto, a sentirse sobrepasados, pero siempre con la esperanza de la luz sobre el final. Lizzy, Juan y Litta tienen sus mañas, sus problemas, en especial Lizzy (se hace hincapié principal en la relación Lizzy y Ellie); y tienen una coraza frente a mayores daños, y el deseo de regresar con su madre biológica por más que esta sea lo que sea.
No son en ningún momento niños exageradamente problemáticos por necesidad del guion, o con ocurrencias inverosímiles; todo está sujeto a lo factible. Quererlos no será complicado. Rose Byrne y Mark Wahlberg ya se probaron en la comedia y son muy eficaces, ambos son adorables, y entre ellos hay muy buena química natural.
Nuevamente, lo que sucede entre ellos tampoco pareciera forzado, sus reacciones, tanto de amor y cariño, como de desesperación y hasta rechazo, son comprensibles y creíbles. Otro acierto son los personajes secundarios, Octavia Spencer, Tig Notaro, Margo Martindale, Julie Hagerty, y hasta una llamativa participación de la maravillosa Joan Cusack, refuerzan la propuesta.
Hay situaciones idílicas, algunas simplificadas (aunque no se ahorra alguna crítica al sistema), y algunos hechos que caen en el momento justo para que el cause sea el correcto. Nada que alarme y no nos encontremos hasta en el mejor de las dramas y la más efectiva comedia.
"Familia al instante" no se propone más que contar una buena historia que, más allá de estar inspirada, se siente real. Hay algún mensaje remarcado, y hasta puede que alguna bajada de línea, siempre correcta y puesta de un modo convincente. Con vuelo bajo, pero nobles intenciones, Familia al instante se gana un lugar cómodo dentro de las ofertas de cine familiar. Vale la pena ir por ella.