"¿Cómo está todo?", pregunta Marcela, protagonista de Familia sumergida, en un pasaje de la película. "Cambiante y misterioso", responde uno de los personajes. Dos calificativos que aplican para definir el debut en largometraje de María Alché -actriz y directora de cinco elogiados cortos-, un cautivante viaje al interior de una mujer atravesada por la soledad, las pérdidas, el dolor y la alienación, deudor tanto del cine de Lucrecia Martel (que dirigió a Alché en La niña santa) como del de Milagros Mumenthaler. Luego de pasar por Locarno, el film acaba de ganar la sección Horizontes Latinos en el Festival de San Sebastián.