Suele usarse en exceso el término “rara avis”, acaso por una familiaridad algo difusa con el término. Sin embargo, si uno tuviera que definir a este film nacional utilizaría -y con completa justicia- esta definición. Si bien en la superficie es una comedia negra, lo cierto es que se trata de una película de género que incluye sin tapujos elementos del cine de acción, terror y ciencia ficción con una música de sintetizadores que rinde culto al cine de género de los ochentas. Aún más extraño y, por qué no, saludable, es un elenco conformado por figuras tan disímiles como Federico Luppi, Daniel Hendler, Yayo y Jazmín Stuart, metidos en una película apocalíptica que incluye elementos como el N.W.O (New world order, quizá lo hayan escuchado en el disco Psalm 69 de Ministry) y las nuevas epidemias de enfermedades -incluso uno puede pensar en un paralelismo con la reciente paranoia por la Gripe A-, además de una crítica social que a veces resulta sutil y en otros momentos aparece con un trazo grueso demasiado evidente. A pesar que el personaje femenino está algo maltratado por un guión demasiado chato, principalmente en las interrelaciones entre personajes, hay secuencias de acción memorables y un clima opresivo que se hace extensivo a toda la película, sin perder su cuota de humor y las inocultables referencias cinéfilas. Entretenida y pochoclera sin ocultarlo, la película es más allá de sus irregularidades todo un hallazgo que esperamos que se perpetúe.