El cine argentino se va animando a tópicos que antes, apegado al realismo, no se atrevía a transitar. Coco y Pipi, matrimonio joven, ella con un embarazo avanzado, se mudan a un departamento que se convertirá en la peor de las trampas. El asunto arranca con compras en el supermercado, pero el clima se va enrareciendo. Apenas están conociendo a los vecinos del edificio y alguien golpea a la puerta para pedir una herramienta. Luego resulta que ese vecino se ha convertido en una amenaza para el resto. De pronto, el edificio es sellado y declarado en cuarentena a causa de un virus extraño. Tratar de salir se convierte en serio riesgo. La gente se pone fatal. Los víveres escasean y el vecino sospechoso saca a tiros a quienes pretenden entrar en su casa. El encargado encabeza la resistencia, pero ya nadie es confiable. En pleno caos, Pipi amenaza con dar a luz en cualquier momento. Un cuadro de extrema tensión.