Secuela de Feliz día de tu muerte-2017- de la factoría Blumhouse, que vuelve a dirigir Christopher Landon y que ubica la acción dos años después de lo acontecido en la primera.
Mezcla de slasher, comedia y ciencia-ficción -con más peso de éstas últimas dos-, la película construye un universo propio que juega nuevamente con los loops temporales y hace referencias explícitas a Volver al futuro II y El origen, como una suerte de "sueño dentro del sueño".
El relato se despega del filme original y escoge otros elementos para poder "empezar y volver a empezar" un nuevo día. Lo mismo que funcionó con Hechizo del tiempo, la película protagonizada por Bill Murray, pero traspasado al formato del cine de terror con un asesino serial de adolescentes.
En esta ocasión, el joven Ryan -Phi Vu-, el compañero de Carter -Israel Broussard-, es quien cae en el loop temporal por medio de un fallido experimento de física cuántica, y es perseguido por el asesino con máscara de bebé. Por tal motivo, pedirá la ayuda de Tree Gelbman -Jessica Rothe- y de su novio para descifrar el misterio.
Con este andamiaje de escenas repetidas -un poco cansadoras hasta promediar el filme-, Feliz día de tu muerte 2 pone el acento en los conflictos familiares que enfrenta Tree y sus alocados intentos de suicidio para poner fin a sus pesadillas. También resucita otro personaje gracias al bucle temporal que, por momentos despista y desconcentra de la acción central.
Si bien la película tiene momentos logrados en sus pasos de comedia el terror se va diluyendo hasta el desenlace que intentará poner en orden cada pieza del rompecabezas narrativo y en el que cualquier cosa puede suceder. Incluso, después de los créditos finales. Lástima que todo lo divertido que tiene la trama opaca el clima inquietante y la atmósfera de peligro porque, en definitiva, se trata de una de terror.