Las desventuras de una estudiante universitaria durante unas 24 horas que se repiten una y otra vez se convierten en un atractivo film de terror.
Como en la genial Hechizo del tiempo, Tree (Jessica Rothe), la joven protagonista de la película, siempre vive el mismo día, aunque en condiciones diametralmente opuestas a las de Bill Murray. Amanece en la cama del dormitorio universitario de Carter (Israel Broussard), un muchacho con el que podría o no haber tenido una noche íntima estando ella demasiado borracha, atraviesa luego una serie de enredos estudiantiles y afectivos (es el día de su cumpleaños) y finalmente es asesinada. Cuando el agresor (un encapuchado) la mata, vuelve a despertarse en el mismo lugar y así... Ella -conciente de esa repetición- va buscando estrategias para descubrir quién es que la está descuartizando y, por lo tanto, esa única jornada que ella experimenta una y otra vez va modificándose levemente.
Lo que podría haber sido una mera película de fórmula (un subproducto con variaciones de la mencionada Hechizo del tiempo o de la comedia romántica Como si fuera la primera vez) se convierte en un más que satisfactorio ejercicio de género: Feliz día de tu muerte es una historia sobre la dinámica interna de un campus y, claro, un film de terror (un slasher minimalista, digamos). La mixtura es bastante atractiva, aunque Christopher Landon no sea Wes Craven (igual se anima a un homenaje a Psicosis, de Alfred Hitchcock) y Jessica Rothe tampoco sea una actriz demasiado brillante.
Esta producción de Blumhouse -compañía de moda tras los éxitos de ¡Huye!, Actividad paranormal, Fragmentado y La noche de la expiación- sale otra vez airosa con este film si se quiere menor, pero tan profesional en su realización como preciso y eficaz en sus resultados. No es poco dentro de un género como el terror que suele torturarnos con sádicas propuestas sin demasiado sustento artístico.