Para hacerla simple: “Feliz Día de tu Muerte” (“Happy Death Day”) es “Groundhog Day”. También conocida como “El Día de la Marmota”, un clásico de la comedia estadounidense en el que Bill Murray queda atrapado en una repetición del mismo día por tiempos incalculables. Esta suerte de sub-género logra sentirse como un cliché aún cuando hay limitados ejemplos para sacar de la galera, tal como nos encontramos con películas de “cambio de cuerpos”, pero de todas formas uno siempre se pregunta “¿Otra de esas?”.
En esta ocasión, y para mantener las cosas interesantes, la propuesta combina la comedia con género de slashers (asesino con cuchillo grande persigue a protagonista gritona). No toma sus partituras de “Scream” como la mayoría anticipa, sino que más bien sigue la linea la serie “Scream Queens”, que junto a “Happy Death Day” son una suerte de herederas indirectas de la ya 100% comedia de “Scary Movie”. En este film seguimos a Tree, una joven universitaria que revive una y otra vez el día de su muerte (y de su cumpleaños) hasta identificar a su asesino, en una lucha casi eterna por sobrevivir este fatídico día.
“Scream” revitalizó el género de slashers en los 00’s con una visión postmoderna, sin embargo en esta oportunidad el postmodernismo viene acompañado de unas ganas de señalar el humor en estructuras ya establecidas. No se trata por completo de una comedia, sus personajes se toman las cosas en serio y la trama es tratada con seriedad por el mismo film, pero condimenta todo con una buena porción de buen humor como para encontrar en la audiencia alguna que otra risa. Para cerrar la idea general de la película, es imposible no comentar que se trata de una producción de Blumhouse Productions, estudio conocido por realizar películas de horror con presupuestos microscópicos que terminan recaudando 100 veces lo invertido. En este caso, “Feliz Día de tu Muerte” costó menos de 5 millones y ya pasó los 100 millones solo en Estados Unidos. Actualmente, y luego de obtener nominaciones al Oscar por “Whiplash” (la del joven baterista), grandes críticas con “Split” (el regreso de M. Night Shyamalan) y seguramente repetir galardones este año con la comedia de terror racial “Get Out”, la productora ya empieza a ser identificada como una gran cosechadora de pequeñas grandes ideas.
En esta película, la protagonista está lejos de ser una buena persona. Resulta, junto al resto de su sorority, un claro estereotipo del clásico miembro femenino de fraternidad yankee. El egoísmo y la mala actitud es lo único que se ve de ella en un principio. Aunque inmediatamente (y es que un gran mérito de la cinta es no desperdiciar ninguno de los loops de muerte) vemos cómo su personalidad, o más bien esta máscara protectora de mala gente que venía usando, se desploma incluso ante la primera repetición del día. En plena confusión, su primer instinto es dejar su piel de mean girl, mostrándonos que hay algo más debajo. Con el correr de las muertes, conoceremos más su pasado, así como sus eventuales sospechosos. ¿Qué más queda si no investigar tu propio asesinato? Aunque hacia el final decida masticar más sentimentalismo que el drama que había cocinado, resulta una experiencia positiva gracias a un guion eficiente que sabe lo primordial de mantener las cosas moviéndose y a la audiencia expectante.
Normalmente cuando algo es simplemente “decente” termina sintiéndose un poco insoportable, pero “Happy Death Day” no es conformista y siempre mantiene cierto dinamismo en pos de entretener (principalmente a la tan volátil juventud moderna). Hace todo de forma más que correcta y, aunque no va más allá de lo que promete, termina entregando un buen entretenimiento para pasar el rato.