Fenómenos totalmente agotados
Esta secuela está armada con cierta originalidad, dividiendo la película en dos partes bien diferenciadas. Primero hay un cineasta que en medio del rodaje de una película de terror totalmente convencional cuyas secuencias de detrás de la cámara son lo más divertido de este film malo- obsesionado con los pormenores de la primera "Fenómenos paranormales", a la que considera un film snuff (es decir con muertes reales) al punto de que intenta localizar a algunos de los actores de esa producción o cualquier señal que le confirme las características de cine de exterminio.
Luego está la parte típica de este género del "reality terror" con el cineasta y su equipo atrapados en el tétrico manicomio abandonado donde se filmó la primera película.
La primera parte por original es más interesante, pero está tan estirada que cualquier gracia que pueda tener se va a esfumando a partir de que los minutos necesarios para contarla razonablemente se empiezan a prolongar hasta lo insoportable.
La segunda parte, con las típicas cámaras que se mueven para todos lados menos hacia donde sucede la acción, es exasperante desde el vamos, y más allá de que incluye algunos momentos gore y alguna sorpresa del guión, es de lo peor en su tipo.
Como esta clase de producciones son extremadamente baratas, a pesar del desastre que es esta segunda parte no se puede dudar de la próxima aparición de una "Fenomenos paranormales 3".