Soy un manicomio gris
Tras una primera entrega que ni siquiera llegó a los cines, arriba a las pantallas argentinas Fenómenos paranormales 2, esta vez de la mano de John Poliquin en la dirección.
En una de las primeras escenas del film, Alex Wright (Richard Harmon), un estudiante de cine mira a cámara en medio de una filmación casera de una fiesta estudiantil y comienza a quejarse por el uso excesivo de los efectos digitales (o CGI) en el cine de género de terror.
Para entonces, una leve esperanza anida en nuestro pecho al estar frente a un film autoconsciente de las actuales falencias y vicios del “terror” en el mercado actual y que se dispone a no caer en ellas. A esta altura, el espectador amante del auténtico terror ya está cansado del falso documental; de los artilugios digitales que si bien en su momento fueron efectivos hoy ya no sorprenden, pero que sin embargo aun no se abandonan y ya comienza a configurarse como un vicio del género consuetudinario.
La narración se divide en dos partes: inicialmente, en la investigación de este joven sobre los hechos que dieran lugar al film Fenómenos Paranormales, donde el interlocutor se convence de que fueron reales y esto lo motiva a ir al lugar de lo ocurrido para reconstruir así la historia. En el tramo posterior, la acción se sitúa en el hospicio mental abandonado de Canadá, donde ocurrieran los hechos -motivo de estudio- y allí se proponen investigar sobre su veracidad.
Si analizáramos el film dividiéndolo en estos dos bloques bien diferenciados, podríamos decir que el primero funciona con un relato inteligente y mordaz que hasta podría anunciar un interesante exorcismo de los demonios de la repetición de clichés del cine actual de género. Sin embargo, el segundo no sólo deja de respetar estos axiomas sino que actúa como una reafirmación de todos los lugares comunes que la primera parte condena.
Cámara en mano, imágenes desenfocadas, gritos, corridas, no hacen más que hundir la verosimilitud del relato y el clima terrorífico hasta casi caer en una parodia al estilo de las Scary movie.
En definitiva, Fenómenos paranormales 2 es una fallida secuela de un film menor que juega torpemente con la idea del cine dentro del cine para obtener resultados dignos de un exorcismo mental para sus creadores.