Fermín

Crítica de Néstor Burtone - Otros Cines

Tango que me hiciste mal...

Fermín, la película sabe a quién le habla y lo que quiere contar. El problema es la forma en que elige hacerlo. Dirigida a cuatro manos por Hernán Findling y Oliver Kolker, se trata de un somero homenaje al tango enmarcado en una historia ficcional cuyo protagonista es Fermín Turdera (Héctor Alterio), un viejo milonguero que pasa su vejez internado en un siquiátrico acompañado únicamente por su nieta Eva (Antonella Costa) y la nueva incorporación del nosocomio, el doctor Kaufman (Gastón Pauls). El descubrimiento de éste acerca del particular habla de su paciente (sólo con frases de tangos) lo llevará a involucrarse en ese mundo.

Pero Findling y Kolker van por más intentando construir el retrato de un hombre que atravesó la segunda mitad del siglo pasado. Así, entre flashbacks de Fermín en su juventud (Luciano Cáceres) y referencias laterales a la Libertadora y los desaparecidos, el film muestra las singularidades del presente tanguero, incluyendo la representación de largos números musicales y la participación del bailarín Carlos Copello, al tiempo que el creciente interés romántico de Kaufman por Eva.

El problema es que esa ambición nunca logra traducirse en un relato redondo sino en uno disperso e irregular, con muchas facetas no del todo exploradas y personajes apenas esbozados.