Llega navidad. Momento de poner la cabeza en modo familia/regalos/fiestas/compras/arrollado/vitheltoné/etc. y también momento de relajar las tensiones acumuladas del año disfrutando una película junto a los seres queridos.
Hay un sinfín de films que trabajan este período, algunos con más sentimentalismo y otros con mucho menos, pero con la clara convicción de copar un lugar dentro de las preferencias de los espectadores.
En los últimos años, no es casual, y apuntando a nuevos públicos, la incorrección, el humor, la corrosión y lo escatológico, han sabido ir inundar los guiones y las narraciones, principalmente, las provenientes de los grandes estudios.
“Fiesta de navidad en la oficina” (USA, 2016) apunta a redoblar la apuesta sumando a un seleccionado de comediantes para potenciar cada una de las ideas que contiene y que, además, permiten una identificación instantánea con cada uno de los personajes.
La narración arranca cuando en una empresa de sistemas en aparente ascenso, dirigida por uno de esos jefes tan impresentables que da vergüenza (T.J.Miller), la hermana de éste (Jennifer Aniston) le comunica el próximo cierre de la misma a menos que en dos días consigan un trato con un gran aliado (Courtney B. Vance).
La chance está en el trabajo desarrollado por un equipo (Jason Bateman, Olivia Munn) que permitiría prescindir de módems a la hora de conectarse en internet al aire libre, sumando a cualquier dispositivo que dependa de energía eléctrica como fuente.
Cancelada la fiesta de navidad en la oficina por parte de la déspota Carol (Aniston), nombre que alude no sólo a ella como persona sino al espíritu de navidad, configurándola como una especie de Grinch en el film, el posible aliado quiere conocer a la empresa en su faceta “festejo” comunitario.
Así, todos en la oficina deberán colaborar para armar la fiesta de navidad más grande que jamás se haya hecho, a espaldas de Carol y con el claro objetivo de demostrar la unión y la bonanza, para que Walter (Vance) no sospeche nada del próximo cierre de la sucursal.
Los realizadores Josh Gordon y Will Speck, bajo un guión de Laura Solon y Justin Malen, sobre una historia original de Jon Lucas y Scott Moore, terminan por jugar con el género potenciando cada gag imaginado dentro del espacio reducido de la oficina.
El oficio de los protagonistas, destacando a Bateman, Munn, Miller, Aniston, sumado a personajes secundarios interpretados por la ascendente Kate McKinnon, como una asistente de legales que veta cualquier actividad dentro y fuera de la empresa, o Rob Coddry, como ese empleado ultranegativo que aprovecha cada oportunidad que tiene para hacerle saber a todos su malestar y disconformidad.
Errática en cuanto al ritmo, pero con algunos gags y punchlines bien resueltos, “Fiesta de navidad en la oficina” es una buena propuesta para terminar el año con una sonrisa e imaginando la pesadilla que presenta como propia.